Política
«¿Bienvenido, Mr. Sánchez?» (II)
La recepción de Mr. Sánchez, diseñada por su aparato de propaganda dirigido desde Moncloa a mayor gloria suya, fue digna de Berlanga e Isbert. Pero tras hacerle el pasillo de campeón, no sé si los vecinos de «Villar del Río» seguirán tan felices, como tampoco lo estarán el conjunto de españoles que comparten unos valores y una cierta «Idea de España» no limitada a ser un mero territorio y habitantes.
Contentos estarán Sánchez, Iglesias y sus entusiastas palmeros, que ven garantizada su continuidad el resto de legislatura, salvo fuerza mayor. Es cierto que la «condicionalidad» de los grandes recursos a transferir convierte en papel mojado muchos de los compromisos económicos contenidos en el «pacto del abrazo».
¿Significa esto que se romperá la coalición? En absoluto, más bien, sale robustecida, la alternativa serían elecciones a partir de noviembre: Iglesias sabe que no tendrá una oportunidad como la actual para gobernar, con tan solo 35 diputados y en caída libre electoral. Y Sánchez también lo sabe, pues nunca podrá hacerlo con tanto desahogo como ahora, contando con los separatistas –que no tendrán un Gobierno mejor que el actual para sus intereses– y, por tanto, sin posibilidad de una alternativa mayoritaria.
La gran perdedora es esa «Idea de España», con la agenda política de ultraizquierda que el Gobierno va a desarrollar, cual cortina de humo, para ocultar «su» política económica y presupuestaria dirigida por Bruselas y los «frugales».
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