Hace lo que puede con lo poco que le dan. Quizás por esa «capacidad de improvisación» que dice tienen los militares para hacer malabares con el Presupuesto. Pese a las dificultades, el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general Miguel Ángel Villarroya, dirige desde hace ocho meses la batalla de las Fuerzas Armadas contra la Covid-19 sin dejar de lado el resto de sus cometidos. No se queja airadamente, pero reconoce que las Fuerzas Armadas «están flojas» en algunas capacidades, las cuales no detalla para no dar pistas. Ahora, con la pandemia algo más controlada, sólo quiere lo que muchos otros solicitaron sin éxito: más fondos y estabilidad presupuestaria para no dejar de ser útiles. A quien pide recortar en Defensa para invertir más en Sanidad, le responde: «No está en la realidad».
-¿Qué balance hace de estos ocho meses de pandemia y de la labor de las Fuerzas Armadas?
-El balance de la pandemia es desastroso, es un desastre nacional. En cuanto al apoyo de las Fuerzas Armadas a la población, creo que hemos cumplido con nuestro deber, hemos estado donde nos han solicitado apoyo. ¿Si estoy satisfecho? Por una parte, sí, porque las Fuerzas Armadas han estado a la altura. Por otra, no, porque la situación que vivimos es una tragedia.
-¿Cómo serán las Fuerzas Armadas post-Covid? ¿Se reforzará algo?
-Yo creo que van a ser como son. El valor de las Fuerzas Armadas es precisamente que son capaces de adaptarse a la situación. Es un instrumento muy eficaz para cualquier crisis. No conviene centrar las Fuerzas Armadas en un aspecto específico de una crisis porque podríamos abandonar otros. Tenemos que tener una serie de capacidades globales que nos permitan afrontar cualquier tipo de crisis.
-¿Cómo está su reserva de material sanitario?
-Adquirimos todo el equipo necesario y es la reserva que estamos «no usando», porque está continuamente reponiéndose. Es lo que estamos haciendo, manteniendo el nivel de reservas. Si no la repusiéramos, tendríamos para seis semanas de esfuerzo máximo.
-¿Participarán las Fuerzas Armadas en el traslado o gestión de la vacuna?
-Nosotros estamos dispuestos a cumplir la misión que se nos asigne. Cualquier cometido que nos den a la hora de aportar algo a la campaña global de vacunación, allí estaremos.
-¿Cree que hay comunidades que no han hecho los deberes y se aprovechan de que ustedes son «gratis»?
-No voy a juzgar a las comunidades. Nosotros estamos siempre a las peticiones que llegan y no preguntamos los motivos. Hay que desinfectar aquí, pues vamos; solicitan rastreadores, los aportamos; piden aviones para transportar vacunas, pondremos aviones.
-La ministra de Defensa apuesta por un cuerpo de Sanidad militar europeo. ¿Es necesario?
-Lo que es necesario es potenciar la Sanidad militar a todos los niveles. A nivel europeo es una asignatura pendiente y a nivel nacional, también. No estamos bien, para qué vamos a engañarnos. Las capacidades de Sanidad militar a nivel nacional son de esas cuestiones que necesitamos mejorar mucho. Y a nivel europeo, hay una posibilidad de cooperación tremenda en este campo. Tenemos que hablar de iniciativas para potenciar la Sanidad militar a nivel europeo, más que un cuerpo militar de Sanidad.
-Tanto usted como los jefes de los Ejércitos han alertado de que la falta de fondos afecta a las capacidades. ¿Cuál es la situación real?
-Hay que recalcar que se necesita una conexión entre el planeamiento militar y la programación presupuestaria. Necesitamos una Ley de Estabilidad presupuestaria que nos garantice, sea cual sea el dinero que nos van a dar, ese enganche con el proceso de planteamiento. Eso nos permitirá alcanzar las capacidades.
-¿No ayuda el Presupuesto?
-En una situación como la actual, es de agradecer que se incremente un 4,6%. Ahora bien, la capacidad adquisitiva de las Fuerzas Armadas aún es un 15% menos que en 2008. Esto es mucho más crítico en la parte de sostenimiento e inversiones, el capítulo 6. Con los créditos de ese capítulo tenemos que afrontar los pagos pendientes de los Programas Especiales de Modernización (PEM), que es una hipoteca y vienen los plazos todos los años. Y el restante tenemos que dedicarlo a sostenimiento. Pero el dinero que se dedica a los pagos de los PEM se come el dedicado a sostenimiento, por lo que el dinero disponible para el mantenimiento de capacidades es inferior a pesar de que el Presupuesto crezca. Por eso la situación del sostenimiento es delicada.
-¿Qué solución hay?
-Es complicado, porque los pagos hay que hacerlos. El dinero de los Programas Especiales de Modernización, sobre todo al principio, es una inversión tecnológica e industrial que al final recae en los Presupuestos de Defensa, cuando el beneficio, al menos en la parte inicial, es en otros campos: en el industrial, en el del Ministerio de Ciencia e incluso en Trabajo, porque permite aumentar la capacidad tecnológica del país y los puestos de trabajo. No deberían recaer todos esos pagos en Defensa, sino que de forma solidaria deberían ser asumidos por otros ministerios que también son beneficiarios de ellos. Un reparto.
-¿Qué implica esa falta de fondos para sostenimiento? Usted habló de medios inmovilizados.
-No quiero profundiza porque no quiero descubrir muchas debilidades, pero es cierto y algunas son de dominio público. Todo el mundo sabe que solo hay un submarino operativo y hasta que no llegue el S80 será así. Estamos flojos en algunas capacidades, pero no quiero dar cifras concretas. No quiero que digan: «Mira, estos están flojos aquí».
-Hasta 2028 que acaban los pagos de los PEM, ¿la solución es alargar como sea la vida de los medios?
-Desgraciadamente, ahora no es posible iniciar ningún programa a costa de los fondos de Defensa. No hay capacidad de afrontar ningún pago nuevo.
-Si no aumentan los fondos, ¿podría llegar a afectar a la seguridad nacional?
-No me atrevo a decir eso. Aquí lo que hacemos es priorizar. Primero, las capacidades sin las que el resto no puede funcionar. Y segundo, las que me ofrecen más rendimiento con menos inversión. Hay que estrujarse el cerebro.
-Y también está el debate de subir el sueldo a los militares...
-No seré yo el que hable en contra de una subida de sueldo y menos a los que lo necesitan más. La situación de muchos militares hoy es que ven coartadas sus aspiraciones de carrera militar porque no pueden disponer de dinero para un traslado o vivir en Madrid. Es muy triste. Sus necesidades deben estar cubiertas y es lo que tenemos que cuidar.
–¿Qué le diría a quien pide recortar en Defensa para invertir en Sanidad?
-Que tiene un concepto muy desfasado de lo que es la Defensa. La Defensa es un elemento integral de la seguridad nacional y la herramienta que te va a permitir desarrollar una sociedad libre y en paz. Necesitamos Educación, Sanidad... pero sin seguridad, sin defensa, lo demás no sirve. El que me diga que hay que gastar más en Sanidad y menos en Defensa no está en la realidad.
-Pasemos a las misiones. Se habló de un mayor despliegue en Mali y en el Sahel.
-El quinto mandato de la misión de la UE en Mali (EUTM) recoge el incremento de efectivos y la ampliación del área de responsabilidad a los países del G5-Sahel (Burkina Faso, Chad, Mauritania y Níger, además de Mali). Se pasa de una instrucción centralizada en Koulikoro (Mali) a una descentralizada, en la que habría dos bases en Mali (Sevaré y cerca del aeropuerto de Bamako) desde las que los equipos se desplazarán a los países de las unidades a las que se va a entrenar. Empieza en enero y empezamos también con el mando de las fuerzas de EUTM Mali. El general Gracia, del Eurocuerpo, asumirá el puesto el 12 de enero.
-¿Cuántos efectivos serán?
-Lo que se va a proponer al Consejo de Ministros van a ser 550 efectivos.
-¿Se estrenarán los cazas españoles en la misión de la OTAN en Rumanía?
-Está pendiente de aprobación del Consejo de Ministros. Es la misma misión que la Policía Aérea del Báltico y lo previsto es que estén cuatro meses en Lituania y dos en Rumanía.
-¿Está cerca el fin de la misión en Afganistán?
-Hay que esperar a OTAN. Siempre lo ha dicho el secretario general: «Entramos juntos, ajustaremos las fuerzas juntos y nos iremos juntos». La situación de violencia no ha cesado, seguimos con atentados y problemas. OTAN deberá evaluar su presencia. A partir de febrero se va a evaluar si se continúa, cómo, si se repliega... Haremos lo que nuestros aliados hagan. Es cierto que todo está a la expectativa de la nueva Administración norteamericana. Hay que esperar a ver por dónde va y el análisis que haga OTAN.
-¿Y en Irak? La pandemia paralizó el trasvase a la misión de la OTAN.
-Se está retomando la misión de OTAN (NMI), se está incrementando el número de efectivos y el trasvase de la Coalición Internacional a NMI se está produciendo. La Coalición está centrándose en tres ubicaciones, ya no es todo el país, y OTAN está cogiendo más protagonismo en la misión de apoyo a las autoridades iraquíes. Acabamos de desplegar una unidad de protección a la Fuerza en Bagdad y vamos a seguir aportando fuerzas según sea requerido por OTAN.
-¿Saldrá España de la Coalición Internacional contra el Daesh?
-En principio, no. Nuestro esfuerzo se va a repartir a partes iguales en Coalición y OTAN.
-El Golfo de Guinea sigue siendo un punto caliente ¿Veremos una misión allí?
-La piratería en el Golfo de Guinea está incrementándose de una forma sustancial. La UE tiene una iniciativa allí que se llama “Presencias Marítimas Coordinadas”. De momento no es una operación como tal, sino que lo que se hace es coordinar todas las presencias de los países de la UE que están desplegando sus medios en la zona. No sé si seguiremos avanzando en el futuro, pero entiendo que sí, porque es una zona muy conflictiva y por la que pasa mucho tráfico marítimo, especialmente europeo. Ahora tenemos el buque “Tornado” allí y vamos a continuar con esta misión, no con una presencia continua todo el año, pero sí unos meses al año.
-¿Puede afectar la falta de fondos al cumplimiento de alguna de las misiones?
-No estoy preocupado. Pero tampoco podemos descartar absolutamente nada. Tengo confianza en que podremos afrontar todas las misiones que nos vengan. A lo mejor puntualmente habría que reconsiderar alguna cuestión, pero ahora creo que podemos cumplir todas las asignadas.
-¿Cree necesaria la presencia militar en Canarias ante la crisis migratoria?
-La Defensa nacional la dirige el presidente del Gobierno. Las Fuerzas Armadas haremos lo que se nos pida. Debe ser el presidente el que determine la actuación de las Fuerzas Armadas en cualquier crisis, porque son una herramienta esencial para la resolución de cualquier crisis, como hemos visto allí. Han dicho que aportáramos medios para construir campamentos o ceder instalaciones y allí hemos estado.
-¿Cómo ve que se use al Ejército de moneda de cambio, como ha pasado con el cuartel de Loyola?
-Eso es una apreciación suya. El tema de Loyola es un tema eminentemente de infraestructura, un tema en el cual un Ayuntamiento necesitaba una expansión urbanística y parece ser que el cuartel era esencial. No quiere decir que el Ejército vaya a salir de San Sebastián.
-Hasta hace muy poco era un cuartel «indispensable»...
-Son situaciones que se escapan de nuestro entendimiento, de nuestro control. La política de Defensa la dirige el presidente y la política militar, la ministra de Defensa. Las Fuerzas Armadas cumplimos lo que se nos dice.
-Entonces, ¿no teme que en Cataluña pase igual, por ejemplo con El Bruch?
-No tengo constancia.
-¿Cómo espera que sean las relaciones con el nuevo Gobierno de Estados Unidos?
-Militarmente, hemos tenido una relación magnífica siempre. Políticamente es un tema y militarmente es otro. Con los militares estadounidenses, dentro de OTAN y bilateralmente, la relación siempre ha sido magnífica y no debe cambiar nada porque cambie la Administración.
-¿Ha mejorado la visión que tenía la sociedad de las Fuerzas Armadas?
-Creo que sí. Nosotros siempre hemos estado ahí haciendo nuestro trabajo y es posible que no se nos viera. Ahora la gente nos ha visto actuar y se ha dado cuenta de que tiene unas Fuerzas Armada que están con ellos y que sirven para protegerla y para ser ese escudo que le permite desarrollarse en paz y libertad.