El manifiesto de «La España que Reúne» reclamando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el cese de su vicepresidente segundo lleva más de 6.000 firmas en la plataforma Change.org en apenas dos días. Recabó, además, la firma de hasta 200 ex políticos de todo signo político e intelectuales. El presidente de la plataforma y también ex secretario general del PSE-EE Nicolás Redondo, canaliza la preocupación de personalidades referentes en la política española sobre la presencia en el Gobierno de Pablo Iglesias, en un momento en el que ha cuestionado la “plena democracia” del país.
-¿Por qué se vieron en la necesidad de publicar esta declaración?
-A Pablo Iglesias no le gusta la democracia española, tampoco la francesa o la alemana, prefiere la democracia de Nicolás Maduro. Es su objetivo, su ilusión y su problema. Pero cuando habla como vicepresidente del Gobierno de España (cuestionando la democracia plena) provoca una situación inaudita e inadmisible en el mundo occidental. Si ello lo promulgase un dirigente de Podemos, sería su pretensión partidista. Sabemos quiénes son, pues se han declarado enemigos de la democracia representativa y optan por un sistema que asegura falta de libertad igualdad y progreso. Pero lo que le da gravedad al asunto, y también excepcionalidad, es que lo diga un vicepresidente. Nos vimos obligados por imperativo moral a levantar la voz, a decir hasta aquí hemos llegado. No podemos admitir que el propio vicepresidente ponga en duda la democracia española y no vamos a dejar de decir lo que pensamos. Si yo, personalmente, he defendido la democracia contra ETA menos me supone defenderla contra un personaje de este tipo.
-Tras el manifiesto, ¿se ha puesto alguien en contacto con ustedes alguien desde el Gobierno?
-Conmigo no se ha puesto en contacto nadie. Quiero dejar claro que nuestro comunicado no es un ajuste de cuentas de los socialistas veteranos con Sánchez. Es algo más amplio, más transcendente, pues lo reivindicamos no solo socialistas, sino políticos de todo signo, diplomático, escritores...
-¿Cree que parte del Gobierno e incluso del PSOE apoya su manifiesto?
-No le quiero hacer un flaco favor a nadie, pero se que a algunos sí. Veo que hay ministros que sin dar pasos heroicos muestran su malestar. Es que, no está en juego el PSOE solo, sino España, el futuro de nuestro país. La crisis no se puede enfrentar con Podemos en el Gobierno. La crisis económica y sanitaria es tan grave como para no perder el tiempo en estas cuestiones de representación de un partido que es propiedad de un personaje. España no puede depender de un partido que Iglesias ha vampirizado. No hay partido, es propiedad de Iglesias y de su familia.
-¿Cree que una parte de Moncloa aboga por romper con la coalición?
-No lo sé. Lo que digo es que Iglesias tendría que haber dimitido si tan incómodo está con la democracia española. Y si no dimite, hay que cesarlo. No hay ningún país sólido que tenga de vicepresidente a alguien que diga que Puigdemont es un exiliado o que aplauda a ETA. Como él no va a cumplir con su responsabilidad ética (la de dimitir), el Gobierno es quien lo debería hacer. Tiene que perder el miedo a Iglesias y también a los empresarios.
-¿Por qué dice que el PSOE tiene miedo a Iglesias?
-Todos han tenido miedo a la capacidad de reacción que tenía Podemos y su líder. El PSOE hubo un momento que pensó que podía ser comido por Podemos. Tenían sus dudas, pero el PSOE es incompatible con cualquier forma de ideología totalitaria e Iglesias representa eso. Es hora de decir basta. El PSOE y Podemos son como el agua y el aceite. Nosotros representamos a Europa, a Occidente, a la modernización, a las instituciones y ellos a Nicolás Maduro.
-¿Por qué cree que Iglesias no puede ser vicepresidente?
-De su gestión se puede decir poco. Iglesias es incompatible con la gestión, Podemos es incompatible con el trabajo y con la gestión. Su líder solo se dedica a la propaganda y a ver series de televisión, según lo podemos ver en sus redes. Sabemos más de las series que ha visto que de sus obras. Es una valla publicitaria, un hombre anuncio.
-¿Cree que Sánchez debería desautorizarle públicamente?
-Bueno, yo quiero que le cese. Si fuese el máximo responsable institucional del país me vería obligado a salir a defender al país de las críticas al sistema siempre que se produjeran. Mucho más si las produce un miembro de mi Gobierno.
-Pero, ¿hay alternativa al gobierno de coalición ahora mismo?
-Su salida no debería impedir que el Gobierno pudiese gestionarse a través de pactos, con un PP dispuesto a pactar. No estoy pidiendo gobiernos de concentración, sino que en una situación de excepcionalidad, el Gobierno y la oposición puedan ponerse de acuerdo en determinadas cuestiones. Así, un personaje como Iglesias sería prescindible. Esto que digo es una llamada al PP también. Las siglas deben estar por debajo del interés general. Igual que se lo digo a Pedro Sánchez se lo digo a Pablo Casado. Estamos en una situación de máxima gravedad para el país, ¿no merece que se pongan de acuerdo?. No solo es conveniente, sino inevitable y necesario. Hay colas del hambre, ciudadanos que han perdido su trabajo y no podemos estar en manos de ERC, Bildu y Podemos, que solo perjudican los intereses generales.