Horizonte monárquico

La Corona respira tras la salida de Iglesias de Moncloa

El líder de Podemos seguirá al margen de las conversaciones sobre las nuevas normas de transparencia de la Institución

El Rey Felipe VI, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
El Rey Felipe VI, junto al presidente del Gobierno, Pedro SánchezJuan Carlos HidalgoAgencia AP

La salida del Gobierno del que desde el principio de la legislatura fue su vicepresidente segundo, el líder de Unidas Podemos Pablo Iglesias, no alterará drásticamente la relación entre el Ejecutivo y la Casa del Rey debido a que sobre todo lo relacionado con la Jefatura del Estado, el Partido Socialista un control absoluto sin que la formación de extrema izquierda no tenía ni voz ni voto. Sin embargo no son pocos los que en instancias cercanas a la Institución creen que tras la salida de Iglesias la atmósfera podría perder algo de su toxicidad aunque el perfil de los miembros de su partido en el Consejo de Ministros -con la excepción clara de Manuel Castells, que mantiene una relación personal muy buena con el Monarca- no invita precisamente al optimismo.

Por supuesto queda completamente fuera de lugar cualquier pronunciamiento de Zarzuela -tanto oficial como incluso extraoficial- sobre la decisión del líder morado de probar suerte en las autonómicas madrileñas y la subsiguiente remodelación del Ejecutivo. Lo contrario sería romper el axioma de la neutralidad política de la Jefatura del Estado. Sin embargo los hechos ahí están y es significativo, en este sentido, que Iglesias mismo introdujo una mención a la Corona en el video en el que hizo pública lo que Pedro Sánchez, con un punto de fina ironía, describió como «su nueva andadura».

Los Reyes y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asisten al acto de Estado de reconocimiento y memoria a todas las víctimas del terrorismo
Los Reyes y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asisten al acto de Estado de reconocimiento y memoria a todas las víctimas del terrorismoChema MoyaAgencia EFE

En efecto el líder de Podemos afirmó que durante su periplo en Moncloa había trabajado en todo momento «sin dejar de defender una república para España y sin dejar de decir la puñetera verdad de cómo funciona los grandes poderes económicos y mediáticos en este país». Huelga decir que la alusión a la Corona y a los grandes poderes económicos en la misma frase no fue casual. De hecho algunas fuentes consultadas han alertado asimismo sobre el hecho de que un Iglesias menos «institucional» y de nuevo volcado en las trincheras electorales podría retomar su estrategia de diferenciación radical con el PSOE y es precisamente la Monarquía uno de los puntos en el que la izquierda y la extrema izquierda más se diferencia en nuestro país.

La salida de Iglesias se produce además en un momento en el que existe entre Zarzuela y Moncloa un importante flujo de comunicación en relación a dos puntos importantes. En primer lugar están las conversaciones que Pedro Sánchez anunció en su comparecencia de fin de año en referencia a la necesidad de dotar a la Casa de Su Majestad el Rey de nuevas normas de transparencia y control que permitan a la Corona realizar su labor en el conjunto del Estado con mayores garantías.

Sin embargo este es un asunto que se está dirimiendo a tres bandas entre el Gobierno el Partido Popular y Zarzuela y en el que, por tanto, Podemos nunca ha entrado. La única información que sobre ello le ha podido llegar a Iglesias es la que el propio presidente le haya podido hacer llegar en los contactos que hasta el momento mantenían dentro del Gobierno y que seguirán produciéndose a buen seguro aunque Iglesias haya salido del Gobierno ya que la relación, al menos superficialmente, buena. Sobre su estabilidad es más difícil pronunciarse, máxime al acercarse irremediablemente las elecciones generales con la escenificación de ruptura previa que todo el mundo da por sentado.

El otro tema que centra las conversaciones entre el Gobierno y Zarzuela es el dificil asunto de la situación de Don Juan Carlos que dilata su estancia en Emiratos desde agosto. Es de suponer que cuando se aclaren sus frentes judiciales y empiece a plantearse la posibilidad de su retorno habrá que solucionar cual será su residencia definitiva, ya que todos dan por sentado que no volverá a Zarzuela por la necesidad que existe de separar su figura de la labor del actual Monarca. De estas negociaciones también está apartado el socio minoritario del Gobierno de coalición que, de hecho, no fue informado por Pedro Sánchez de la salida de Don Juan Carlos de España el pasado verano, hecho que provocó las iras del líder de Podemos que llegó a hablar de la «huida» del padre del Rey.