División
Primera crisis entre PSOE y Podemos tras la salida de Iglesias
Los socialistas tumban la ley trans en el Congreso e Irene Montero avisa de que será ley
Primera división en Moncloa tras la marcha de Pablo Iglesias del Gobierno. De nuevo, a cargo de la bandera por el feminismo, la que ambos partidos que cohabitan en la coalición disputan y que a lo largo de la andadura del Ejecutivo ha causado varias fricciones entre el ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero y la vicepresidencia primera que encarna Carmen Calvo a cargo de la ley «solo sí es sí» y la ley Trans.
Si bien desde la salida del ex vicepresidente morado del Gobierno, la parte socialista entendía que a partir de ahora se abría una nueva etapa más tranquila, lo cierto es que las discrepancias entre ambos partidos seguirán apreciándose en temas claves como puede ser, como ahora, la ley Trans, o la ley de vivienda que todavía encalla, a pesar que el plazo de presentación de la ley ya ha sido superado.
Ayer, los socios de Pedro Sánchez en el Congreso pusieron contra las cuerdas al PSOE llevando a la Cámara Baja una proposición no de ley similar al anteproyecto que se encuentra bloqueado en el seno del Ejecutivo por las diferencias entre ambos partidos que radican en el reconocimiento a la autodeterminación de género o la inclusión del género binario o la hormonación de menores para cambiar de sexo que defiende el ministerio de Igualdad.
Así, los socios de Sánchez echaron un órdago al PSOE quien, en un primer momento anunció que «facilitaría» la tramitación de la norma parlamentaria, y que finalmente decidió abstenerse, lo que le convirtió en actor principal conseguidor de que la toma en consideración de la norma acabase rechazada gracias al voto en contra del PP y Vox.
Desde el PSOE defendieron ayer su abstención amparándose en que el texto presentado es «mejorable» y necesita «seguridad jurídica» para que no sea tumbada posteriormente en el Tribunal Constitucional y que el Gobierno ya está trabajando en su propia legislación. Sin embargo, la mayoría de partidos del Congreso reprocharon al PSOE su decisión y por votar en el mismo sentido que PP y Vox. «Den la talla» o «es un voto poncio Pilatos», criticaron.
Síntoma de la crisis que provoca para los morados el «no» de los socialistas es que la ministra de Igualdad tomó la palabra en el debate –algo inusual en los debates parlamentarios– para cargar contra el PSOE por considerar «difícil» de creer que un texto que tenía seguridad jurídica en 2019 hoy no cuente con su apoyo. Pidió perdón al colectivo trans por no haber conseguido llevar la norma al Congreso desde el Gobierno. A la par, Montero volvió a lanzar un órdago a los socialistas, reafirmando su compromiso para que la libre determinación de género sea «una realidad para las personas trans en esta legislatura».
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