Coalición
Podemos recela del PSOE por «capitalizar» sus ejes electorales
Ve a Ferraz ya en campaña intentando obtener rédito de medidas clave para los morados
La escena que se vivió este viernes en el Gobierno a causa del liderazgo de la reforma laboral sirve para analizar el estado de alarma constante en el que viven las dos partes que residen en Moncloa. Si bien no existe peligro de ruptura entre PSOE y Unidas Podemos, según secundan ambas formaciones, lo cierto es que cada vez se encuentran más alejadas y las diferencias continuarán visibilizándose en el tiempo, pues ambas han apretado ya el botón de la carrera electoral.
Así lo ha demostrado Unidas Podemos, que desde principios de octubre está engrasando ya la máquina electoral y preparándose para ensanchar su espacio para cumplir con las exigencias de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que está dispuesta a liderar una plataforma electoral junto al resto de fuerzas a la izquierda del PSOE –y con la sociedad civil–. Además, los pronunciamientos en este sentido de dirigentes morados son firmes ya y avanzan de su intención de sorpasar al PSOE. «Solo habrá cambios profundos cuando encabecemos el Gobierno», esgrimen como calentamiento en su estrategia electoral ante sus potenciales votantes.
Pero no solo Podemos está abonando ya el camino electoral, sino que el PSOE también da señas. Así lo perciben en el cuartel general morado. Creen que en Moncloa tratan ya de rentabilizar las medidas sociales que forman parte del pacto de coalición firmado en 2020, y en especial, las impulsadas desde la cuota morada. De la clausura del 40º Congreso Federal socialista en Valencia, el partido de Ione Belarra saca varias conclusiones después de haber escuchado el discurso de cierre del líder de los socialistas abrazando la socialdemocracia para recuperar el centro en 2023, abandonando así el lema «somos la izquierda» del último congreso federal en 2017. Ante sus militantes, Pedro Sánchez prometió la derogación de la reforma laboral y de la ley mordaza y anunció el impulso de una ley abolicionista de la prostitución para perseguir a proxenetas y a los clientes.
Unos mensajes que los morados captaron al momento e interpretaron como un intento de los socialistas de «capitalizar» las banderas que los morados llevan en su ADN, según confirman desde la dirección de Podemos a LA RAZÓN. «Vemos al PSOE en campaña electoral, eso está claro y habrá que ver en que acaban algunas de sus medidas, pero intentan capitalizar algunas de las medidas que hemos impulsado», lamentan las mismas fuentes.
Este camino, creen en Podemos, que se repetirá en el tiempo y más aún cuando se acerque la fecha electoral. Desde el partido aseguran que ellos «siguen centrados en gobernar» y repiten que, desde ahora hasta finales de diciembre, aún tienen que sacar adelante hasta 47 decretos ley para cumplir con las exigencias de Bruselas así como con el plan normativo marcado en Moncloa. Pero a la par, se encuentran muy vigilantes en cuanto a los pasos de sus socios. Son conscientes de que, hasta ahora, han logrado torcer el brazo al PSOE y así sacar adelante medidas estrella para ellos, sin embargo, ven como ahora cada batalla será más difícil.
La máxima de la cuota morada en Moncloa es conseguir el cumplimiento íntegro del pacto de Gobierno y no permitirán que el PSOE les haga incumplir ninguna medida firmada, en palabras de un dirigente de la formación, puesto que ello implicaría «renunciar al acuerdo». Para los morados, el papel firmado entre Sánchez e Iglesias en 2020 es una de las únicas opciones reales que tienen para demostrar ante la sociedad su fuerza en Moncloa, según resumen.
El último choque en el Gobierno, a cuenta de la reforma laboral, ha reventado las costuras en Moncloa otra vez. Es la vicepresidenta Yolanda Díaz la que se ha reivindicado como urdidora de la derogación mientras que la vicepresidenta Calviño ha enviado ya una comunicación a todos los ministerios para –según el partido– arrogarse el liderazgo de la negociación.
El partido cree que el PSOE se niega a derogar la reforma del PP pero la voluntad de los morados en este sentido es firme. Conseguir la derogación antes de que termine el año. En aras de que se produzca la reunión de urgencia entre ambos partidos, los morados seguirán denunciando públicamente que su socio debe cumplir con el pacto. «El presidente se comprometió a ello (derogar la reforma laboral)», inciden.
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