Terrorismo
Viuda de un guardia civil asesinado por ETA: “Nos sentimos traicionados”
Acto en Leiza de homenaje al cabo de la Benemérita Juan Carlos Beiro
“Soy la viuda de Juan Carlos, y nunca quise serlo. Como yo hay centenares de viudas. Miles de familias rotas, las familias de casi mil personas, primero acosadas, después asustadas y perseguidas, más tarde asesinadas, después calumniadas, con los años olvidadas y actualmente para el sentir de muchas de ellas, hoy en día traicionadas por algunos”.
Estas palabras han sido pronunciadas hoy en Leiza, Navarra, por María José Rama, viuda del cabo de la Guardia Civil Juan Carlos Beiro, asesinado ahora hace 20 años con una bomba trampa colocada por un “comando” de ETA.
“Es necesario que la sociedad española entienda los sentimientos de las personas que sufrimos el asesinato de un ser querido. Es necesario que nos escuchen, que nos entiendan, que empaticen con nosotros. Es necesario que los jóvenes aprendan y los mayores recuerden lo que pasó, pues es la única forma de que no vuelva a ocurrir. Nuestros familiares fueron asesinados por defender unos valores democráticos que algunos intentaban sepultar bajo la fuerza de las armas. Nuestros familiares arriesgaron su vida por unos conceptos tan bonitos e importantes como la libertad, la democracia y la patria·, subrayó.
“Hoy, al ver las actuaciones de algunos políticos nos preguntamos: ¿por qué y por quién murieron nuestros seres queridos?”, señaló.
“Quienes dirigen el país por el que todos ellos fueron asesinados tienen al menos, tres deberes morales que cumplir: el primero, recordarles; el segundo, esclarecer y condenar sus crímenes; el tercero, como ocurre en Alemania, no pactar nunca con quienes no han condenado aquella barbarie. Tres deberes. No son muchos para recordar”.
“Por favor, den un último sentido a la vida arrebatada de los nuestros. Concédanos la satisfacción mínima de saber por qué murieron. Déjennos creer que murieron por un País al que amaban y para que nunca quienes asesinaron o quienes no les condenaron pudieran tener relevancia alguna en España”.
Con anterioridad, durante el acto celebrado delante de la placa que recuerda el lugar donde fue asesinado Beiro, tomó la palabra Silvestre Zubitur, vecino y concejal de Leiza por Navarra Suma.
“Cuando acudimos año tras año a este lugar, a recordar a Juan Carlos, para nosotros el dolor y el recuerdo es igual al que sentimos aquel 24 de septiembre de 2002. Aquí, unas alimañas llenas de odio habían matado a un hombre bueno que quiso hacer del servicio a los demás su profesión y su razón de vida”.
“ETA ya no está. Los compañeros de Juan Carlos, hombres buenos que comparten su vocación de servicio, la policía y la sociedad, que despertó muy tarde, acabaron con ellos. Esa es la verdad. ETA no abandonó por cambiar de opinión, por un motivo ético, por sentir vergüenza del horror que causaron. Dejaron la actividad terrorista porque ya no la podían mantener. Porque ya no tenían asesinos dispuestos a seguir, ni dinero con el que financiarse ni un apoyo suficiente en el pueblo, y porque quienes se enfrentaban a ellos los tenían acorralados. Sólo eso les hizo dejar de cometer barbaridades”, enfatizó.
“Por eso ni ellos ni quienes no condenaron ni condenan sus crímenes, merecen nuestro respeto. Parte de los que sufrieron el terror de ETA hoy pactan con aquellos que no han condenado sus acciones. Desde aquí queremos decir: Por favor, basta ya. Con ellos no”.
Finalmente, recordó que “hoy hubiera prescrito el crimen por la muerte de Juan Carlos Beiro, si la Guardia Civil de Navarra no hubiera conseguido con sus investigaciones detener la prescripción. Todavía siguen investigando, y ello puede hacer posible que, algún día, tal vez, Dios lo quiera, pueda celebrarse un juicio contra los autores”.
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