Política

Acoso a los políticos

25-A: antorchas y sprays para asediar el Congreso

Los convocantes elevan el tono y reconocen que habrá asistentes que apuesten por la «resistencia activa»

Muchas protestas supuestamente pacíficas acaban tomadas por grupos radicales, que ocultan su rostro y son violentos
Muchas protestas supuestamente pacíficas acaban tomadas por grupos radicales, que ocultan su rostro y son violentoslarazon

La Plataforma ¡En pie! y diversos grupos de izquierda y antisistema tienen pensado «asediar el Congreso» este jueves (25 de abril y, de ahí, 25-A). LA RAZÓN ya adelantó el pasado 15 de abril algunas de las claves de la convocatoria: no ha sido notificada a «ninguna institución oficial»; irá acompañada de acciones de «desobediencia civil»; y tendrá «carácter indefinido» ya que, a pesar de que la idea inicial es aguantar «hasta el fin de semana», será «el pueblo quien decida hasta dónde llega». Este periódico también reveló que los convocantes piden a los asistentes que acudan a la protesta sin DNI y que ejerzan la legítima defensa «cuando sea necesario». Éstos no son, sin embargo, los únicos consejos facilitados por la organización, que regularmente actualiza el documento «Estrategia y táctica 25-A»:

«RODEO» DEL HEMICICLO

Los convocantes quieren «poner las cosas lo más difícil posible a los Cuerpos de Seguridad» y, por ello, la protesta no se va a articular como una «manifestación al uso», con una cabecera y un final, sino que va a partir de tres sitios (Puerta de Alcalá, Plaza Emperador Carlos V y Puerta del Sol) que «forman un cinturón que se irá cerrando hasta llegar al perímetro del asedio». Una vez rodeado el Hemiciclo, cabe la posibilidad de que los manifestantes intenten «transgredir el cordón policial y acercarse hasta las puertas del Congreso para realizar su liberación simbólica».

PLAN DE «ESCRACHES SIMULTÁNEOS»

En ambos escenarios, según se recalca en la guía, podrían producirse cargas policiales que impidiesen «mantener posiciones». En ese caso, grupos de unas 50 personas pondrían en marcha un plan de «escraches simultáneos a personalidades» que son «parte activa y responsable» de la situación actual. La idea, de acuerdo con los convocantes, es «crear nuevos focos de atención para que la Policía tenga que desplazar efectivos a otros puntos y rebajar la tensión en el perímetro del asedio».

GENTE AFÍN PARA LAS «ZONAS CALIENTES»

A lo largo del documento, se hace especial hincapié en que en la convocatoria van a participar personas de distintas sensibilidades y, aunque se habla del «carácter pacífico» de la misma, se reconoce abiertamente que algunas podrían recurrir a la violencia. Entre la gente que podría asistir, según se detalla, habrá personas que apuesten por la «resistencia pasiva» –a las que se denomina «bloque blanco»– y otras que, en cambio, apostarán por una «resistencia activa» e irán «vestidas de negro, a veces con capucha» –el «bloque negro»–. En esta línea, se aboga por buscar a personas afines y, en función de si se quiere vivir mayor o menor tensión, situarse en las «zonas calientes» o en las «zonas templadas».

KIT BÁSICO

Entra dentro de lo habitual que los convocantes sugieran un kit básico para acudir a la manifestación y que en él se incluyan botella de agua, frutos secos o gafas para proteger lo ojos. Pero si entre esas recomendaciones están antorchas o spray para manchar las viseras de los antidisturbios, la cosa cambia. Para la segunda recomendación, eso sí, sugieren que el spray contenga nata o pintura. Pero el de la primera es clara: «Si queréis también una antorcha para llevar en caso de que salgáis a hacer escraches». Asimismo, en el texto se anima a comprar por internet «silbatos mudos que confunden a los caballos», para usarlos en caso de que la Policía lleve animales.

«ACCIONES SECUNDARIAS»

Las acciones secundarias de «desobediencia civil» se consideran «fundamentales» para la plataforma. Se plantea, por ejemplo, la «inhabilitación» de cajeros automáticos y cámaras de vigilancia, «asedios» de otros edificios relevantes, cortes de luz en sitios estratégicos (gubernamentales, medios de comunicación, hoteles de lujo), así como «expropiaciones de alimentos y otros bienes necesarios en multinacionales». Además, el documento deja la puerta abierta a otro tipo de interveciones: «¡Imaginación al poder!».

«COLABORACIÓN VECINAL»

Los activistas no sólo se dirigen a los manifestantes que quieran acudir a la convocatoria, sino que también solicitan «colaboración vecinal», aunque la zona del Congreso «no es precisamente un barrio obrero». Piden a los vecinos, entre otras cosas, que dejen los portales abiertos para que la gente se pueda refugiar, que dejen su red wifi abierta o que graben desde sus ventanas todo lo que puedan. Pero lo llamativo es que instan a «colaborar alimentando barricadas» si se cortan las calles con este método, y llaman a mineros, bomberos, guardias de seguridad o gente con conocimientos en artes marciales –«personas que por su trabajo están acostumbradas a afrontar situaciones de fuerza, decisión y valor»– para que defiendan a los manifestantes.