Política

Manifestación

25-A: «Rodea al Congreso» quiere usar a los estudiantes contra la Policía

Contactan con movimientos estudiantiles para que se sumen al asedio al Congreso junto a los antisistema

25-A: «Rodea al Congreso» quiere usar a los estudiantes contra la Policía
25-A: «Rodea al Congreso» quiere usar a los estudiantes contra la Policíalarazon

Las últimas informaciones apuntan a que los organizadores del «Rodea al Congreso», convocado para el próximo día 25, han tenido contactos con movimientos estudiantiles.

Las últimas informaciones apuntan a que los organizadores del «Rodea al Congreso», convocado para el próximo día 25, han tenido contactos con movimientos estudiantiles para intentar convencerles de que celebraran ese mismo día una protesta en las cercanías del Ministerio de Educación, situado muy cerca de la Cámara Baja, para que luego se sumaran a su «asedio» para «conseguir un estado de ingobernabilidad». El objetivo no es otro que utilizarlos en el enfrentamiento con los antidisturbios, lo que crearía una situación de alto riesgo. Muchos de los asistentes acuden de buena fe y sin saber las intenciones de los «cabecillas» de la protesta. Ellos dicen que no quieren violencia, pero las informaciones detectadas apuntan a que todo se ha preparado para provocar «situaciones conflictivas» con el cordón policial que protegerá al Congreso. La previsión es que vengan también afines a movimientos antiglobalización y antisistema de fuera de Madrid.

Las instrucciones que han dirigido a sus «militantes» incluyen un plan pormenorizado de cómo deben actuar durante «el día de la acción». A la «gente más combativa o con más capacidad defensiva» la instan a situarse en las «zonas calientes», las más próximas al cordón policial y a los accesos al Congreso. Y deben estar muy comunicados para grabar el pulso con la Policía y distribuirlo a través de las redes sociales.

Las órdenes que trasladan y la descripción que hacen del trabajo interno de las Fuerzas de Seguridad del Estado confirman que algunos de los miembros de este movimiento conocen bastante bien sus procedimientos.

Para esta ocasión no prepararán un cordón humano de protección como el que hicieron en la ocasión anterior porque entienden que «también protege a la Policía» y evita que la masa de asistentes pueda sobrepasarlo para acercarse más al Congreso. Y dentro de una plantilla en la que todo está estudiado al milímetro, su intención es infiltrar dentro de los manifestantes a «patrullas defensivas» que les defiendan de las agresiones policiales o les rescaten cuando les estén deteniendo. Los planteamientos son en algunos casos tan radicales que incluso instan a los manifestantes a que se unan entre ellos para plantar cara a la Policía y liberar a los detenidos. «El mejor momento es cuando lo trasladen a la furgoneta más cercana, ya que entonces los policías deben romper la formación y estar atentos a los 360º de visión».

También han organizado grupos solidarios especializados en inhabilitar cámaras de vigilancia y neutralizar furgones policiales. Con mucho detalle, los organizadores han repartido instrucciones sobre cómo enfrentarse a los encapsulamientos policiales o a las cargas policiales. «¿Por qué correr si somos más que ellos?», señalan. A sus activistas les piden que aguanten todo lo posible, que no den un paso atrás si no es «absolutamente necesario» y que consideren las posibles detenciones policiales como «actos de represión política [...] efectuadas por agentes del régimen que van sin identificar».

Dicen de ellos que no son violentos, pero piden tolerancia con los manifestantes que sí lo sean como, por ejemplo, los que decidan seguir la táctica del «Bloque Negro» o «black block». Es decir, aplicar la «defensa activa» o, lo que es lo mismo, ir al enfrentamiento directo con la Policía. Por ello van con la cara tapada y vestidos de negro. «Deja actuar al Bloque Negro; si no lo aceptas, vete a otro sitio de la manifestación. Hay espacio para todas las personas, pero no interfieras, están ejerciendo su legítimo derecho a defenderse activamente». Si pueden, «grupos locales» intentarán cortar calles para dificultar la acción policial y proteger la protesta.

Enésimo escrache contra un diputado del PP

El viernes fue Cristóbal Montoro quien tuvo que sufrir la campaña de acoso a diputados del PP. Ayer el turno fue para el diputado popular, Joan Bertomeu, que fue objeto de un nuevo escrache por parte de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), cuando cerca de una treintena de activistas acudieron a su domicilio particular en Deltebre para que conociera la situación de los afectados en la zona del Ebro. El parlamentario popular, declinó, como suele ser habitual, dialogar con los manifestantes que durante más de un mes llevan coaccionando a los diputados. La plataforma Antidesahucios, que lidera Ada Colau, cifra en 84 los desahucios diarios que se producen en las Terres de l'Ebre, es decir, unos 500 cada semana. La portavoz de la PAH en la zona Txell Teruel aseguró además que «todavía hay mucho miedo y mucha vergüenza».