Achraf, el líder ideológico, iba a salir de prisión el día 17

El supuesto líder de la red extinguirá el próximo día 17 la condena a 14 años de cárcel, por pertenencia a organización terrorista en grado de dirigente, que le impuso en 2008 la Audiencia Nacional.

La investigación de la Guardia Civil que ha revelado la existencia de un incipiente Frente de Cárceles yihadista en las prisiones españolas se ha hecho pública a apenas unos días de que el supuesto líder de la red, Abderrahmane Tahiri, «Mohamed Achraf», cumpla su condena y salga de prisión. Y es que Achraf extinguirá el próximo día 17 la condena a 14 años de cárcel, por pertenencia a organización terrorista en grado de dirigente, que le impuso en 2008 la Audiencia Nacional –ratificada después por el Tribunal Supremo, pese a absolver a 14 de los veinte condenados en ese juicio– por liderar a un grupo de presos de la cárcel de Topas (Salamanca) a los que adoctrinó en la yihad.

Ahora, sin embargo, la apertura de esta nueva causa frustrará su inminente excarcelación, pues según las fuentes consultadas por LA RAZÓN tanto «Mohamed Achraf» como los otros tres supuestos «dinamizadores» de ese frente de cárceles islamista –Mohamed El Gharbi, Karim Abdeselam Mohamed y Abdelghani Zarrouri– comparecerán esta misma semana, previsiblemente el próximo miércoles, en calidad de investigados ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, instructor del procedimento.

Será el magistrado el que, tras escuchar a la Fiscalía y a la defensa de los imputados, decida si acuerda la prisión provisional de Abderrahmane Tahiri por esta causa, pero dada su condición de presunto «promotor y dinamizador» de la red yihadista y para evitar una posible fuga mientras se afianza la investigación, todo apunta a que «Mohamed Achraf» seguirá en prisión.

La Guardia Civil un papel determinante en la puesta en marcha de ese frente de cárceles «como referente ideológico», al ejercer sobre el resto de los reclusos «una clara ascendencia en materia religiosa», lo que le habría permitido adoctrinar, radicalizar y atraer ideologicamente a los postulados del Daesh a otros internos.

Para los investigadores, «Mohamed Achraf» estaría utilizando el «victimismo manipulador» como arma para propagar la existencia de «un rechazo desde occidente a todo lo musulmán» identificando la cárcel como un medio de represión.

El informe del Instituto Armado resalta su alto grado de radicalismo y su acatamiento de los postulados del terrorismo yihadista, «demostrando su capacidad de ejercer como líder en procesos de radicalización de otros internos». Algo que queda de manifiesto en la abundante correspondencia con otros presos que se le ha intervenido a lo largo de la investigación.

Los agentes ponen de manifiesto que, pese a encontrarse en prisión, ha estrechado su «vinculación directa con miembros del Grupo Islámico Armado (GIA) argelino y de los Mártires de Marruecos. De hecho, la «línea discursiva» que asoma en su correspondencia «es compatible con el ideario de movimientos islamistas radicales y organizaciones terroristas de carácter yihadista».

Alineado con las tesis del Estado Islámico al menos desde 2017, «Mohamed Achraf» plasma esa adscripción con las pintadas realizadas en uno de los patios de las galerías de régimen cerrado en la prisión de Estremera en marzo de ese año y en sus cartas manuscritas, «todas ellas alusivas al Daesh» y en las que reproduce la iconografía propia de la organización terrorista al acompañar sus textos la bandera del Estado Islámico.