Crónica
Aldama, los Presupuestos o el cerco judicial: el aniversario de la Constitución deja al descubierto la debilidad de Sánchez
El presidente es incapaz de controlar la agenda y queda desdibujado su intento de reformar la Carta Magna
Pedro Sánchez ha afrontado este viernes el 46 aniversario de la Constitución buscando dar un golpe de efecto desde primera hora con la promoción de una reforma de la Carta Magna que blinde el aborto o la revalorización de las pensiones, banderas de la izquierda, pero sus palabras pasaron prácticamente desapercibidas en los salones del Congreso porque toda la atención estaba depositada en los casos judiciales que ahora acorralan al presidente del Gobierno y, en menor medida, en los Presupuestos, que van a ser la prueba de fuego de la legislatura.
La reforma de la Constitución, además, es inviable ahora mismo ya que los propios dirigentes del PP han rechazado que sea ahora mismo necesario hacer cambios ni tampoco creen que se dé el clima adecuado: de hecho, ven las palabras de Sánchez como «fuegos de artificio» para tapar sus problemas judiciales y parlamentarios. Sin el PP, no hay mayoría suficiente para la reforma constitucional.
La debilidad de Sánchez, por tanto, ha estado en el centro de la jornada festiva en el Congreso. Sin embargo, el presidente del Gobierno, en conversación con periodistas, ha tratado de mostrarse entero y proyectar fortaleza: mientras casi todo el mundo ve problemas judiciales por la corrupción, él se muestra «tranquilo» porque su Gobierno está «limpio» a pesar de que Víctor de Aldama empiece a aportar pruebas sobre Ángel Víctor Torres y el jefe de gabinete de María Jesús Montero, Carlos Moreno; mientras el fantasma de la prórroga presupuestaria y el adelanto electoral coge más fuerza, él mantiene que tiene cuerda hasta 2027. Las Cuentas son imprescindibles para que Sánchez sobreviva en Moncloa porque nunca ha resistido un Gobierno con una doble prórroga.
Sánchez ha explicado que la idea es presentar los Presupuestos a principios de año, esté o no esté aprobado el techo de gasto. Si el Gobierno no consigue aprobar los objetivos de estabilidad presupuestaria porque Junts mantiene hasta el final su exigencia de entregar 12.000 millones de euros extra de capacidad de gasto a las autonomías, recurrirá a la senda de déficit que está ya vigente y que beneficia a Moncloa ya que obliga a hacer superávit a las Comunidades y a los Ayuntamientos.
«Estamos a la espera de que finales el congreso de Esquerra», ha señalado, en referencia a la votación del próximo 15 de diciembre que debe elegir al próximo líder de los republicanos. Fuentes de los republicanos insisten en que no van a negociar nada hasta después del 15D porque el partido tomará uno u otro rumbo en función de quién sea el próximo presidente del partido.
En todo caso, los republicanos sí se muestran favorables a negociar las Cuentas. Fuentes de Junts, en cambio, auguran que las dificultades para aprobar los Presupuestos van a ser «100 veces superiores» a las de la reforma fiscal por las incompatibilidades: en este sentido, Podemos ya insistió ayer mismo que va a mantener sus exigencias en materia de alquiler de vivienda hasta el final, lo que hará seguramente inviable un acuerdo entre todos los socios de la investidura porque los posconvergentes rechazan las limitaciones en los precios.
La debilidad de Sánchez en esta legislatura es que no puede ceder con todos a la vez porque hay evidentes incompatibilidades entre socios. En el PP dan por hecho que los Presupuestos pueden salir adelante. «Dependerá de Junts», inciden. La debilidad parlamentaria es de carácter ideológico, ya que los socios no parece que vayan a entrar a pedir explicaciones por la corrupción. La debilidad judicial radica en el hecho de que Sánchez es incapaz de controlar la agenda y eso desgasta y mucho a su Gobierno. No obstante, él parece aún optimista y, de hecho, cree que el cerco judicial se va a «volver en contra de la derecha» y augura que va a recuperar poder municipal y autonómico en 2027.
Sin embargo, en el PP se preparan ya para el fin de ciclo. Si bien, no creen que Sánchez active el botón rojo, si afirman contundentemente que la legislatura «no da más de sí», según ha alertado el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en conversación informal con los periodistas. Es por eso que éste confesó encontrarse centrado en preparar la «alternativa» ante el «nivel de inacción» por parte de Moncloa. Así, ante el cerco judicial al Gobierno, el líder popular pone el foco en los socios de Sánchez. «Durará lo que quieran los socios», ha asegurado, para después, avisar de que «cada uno tendrá que ver el impacto que le produce en su electorado», la decisión de apoyar a Sánchez.
En el PP, además buscan diferenciar los dos liderazgos que hoy hay en España y cargan contra la «ansiedad que habita en La Moncloa». «No necesito estar desgajando el país para estar un día más en el Gobierno», se sinceró Feijóo, que incidió en que él no tiene que preocuparse por la «agenda judicial».
La jornada de la Constitución ha visibilizado nuevamente los problemas de Sánchez tanto en el Congreso como en los tribunales y, sobre todo, las dificultades que tiene ya para ocultarlos: probablemente, hace no mucho, su voluntad de reformar la Carta Magna habría generado ríos de tinta, pero hoy ya, apenas sirve para eclipsar la dura realidad que le rodea. Sánchez, contra las cuerdas, también observa cómo su principal socio, Sumar, atraviesa un momento de máxima debilidad que puede acabar arrastrando al partido a la mínima expresión en el Congreso: su líder, Yolanda Díaz, no acudió al encontrarse supuestamente de regreso desde México. Tampoco acudió, como siempre, Santiago Abascal, tan solo presente en el izado de la bandera.
Feijóo ignora a Sánchez y da un ultimátum a Mazón por la DANA
La distancia entre Feijóo y Sánchez es tal que ni se saludaron en el Congreso, a pesar de estar prácticamente al lado en los corrillos junto a periodistas. El líder de la oposición se justificó asegurando que no había tenido oportunidad al haber estado todo el rato rodeado de informadores en el salón de los Pasos Perdidos. Sí pudo saludarse con el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, cuya dimisión ha reclamado el PP en varias ocasiones tras su imputación en el caso de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
El presidente del PP quiso mandar un mensaje, de nuevo, al presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, sobre su continuidad por su gestión ante la DANA. Si bien, esta semana Génova ha respaldado a Mazón con la visita de Miguel Tellado a Valencia, Feijóo dio un aviso claro: «La decisión de Génova (sobre Mazón) estará enchufada a lo que piensen los vecinos», confesó. Es decir, el futuro de Mazón al frente de la Generalitat se basará en las venideras encuestas, las cuáles arrojarán luz sobre la percepción de los ciudadanos sobre Mazón. Además, Feijóo quiso incidir ayer que lo sucedido en Valencia fue «una emergencia como la copa de un pino».
Armengol aprovecha el 6D y pide abrir la reforma de la Constitución
Francina Armengol siguió la estela de Pedro Sánchez y trató también de abrir el melón de la reforma constitucional. En este sentido, sí que ensalzó la Constitución, ya que, a su juicio, es «duradera, sólida» y trajo «la transformación más importante» de España, pero dijo también que «no es inamovible». La presidenta del Congreso, en el tradicional discurso con motivo del 6D en la Cámara Baja, tomó la reforma del artículo 49 que ha suprimido el término «disminuido» para abrir la puerta a más cambios, ya que eso es «la confirmación» de que hay que «escuchar las demandas» de los ciudadanos y « acometerlas». «Para eso existe esta cada parlamentaria, para ejercer el diálogo en aras de mejorar la vida de las personas», señaló, instando así a actualizarla. No obstante, también quiso reconocer que «es más importante cumplir la Constitución que reformarla. «Es posible modificar puntos a través de grandes consensos sin que se rompan nuestras normas imprescindibles de convivencia», añadió.
Illa devuelve la Generalitat a la celebración de la Carta Magna
El anecdotario del 46 aniversario de la Constitución debe recoger, sin lugar a dudas, la vuelta de la Generalitat a los actos de celebración de la Carta Magna en el Congreso. Salvador Illa estuvo ayer en la Cámara Baja y registró casi un hito ya que, desde 2009, la Generalitat no estaba presente. Desde entonces, Artur Mas, Carles Puigdemont, Quim Torra y Pere Aragonès han dado siempre plantón a este acto. José Montilla, que también estuvo ayer en el Congreso, fue el último presidente catalán en participar del homenaje.
«La mejor manera de defender la Constitución es no apropiarse de ella», señaló Illa en declaraciones en la Cámara Baja. De hecho, Illa fue el único presidente autonómico socialista y estuvo rodeado por cuatro barones del PP. El presidente de la Generalitat destacó que se ha avanazado «mucho» con la Constitución, aunque también advirtió de que queda todavía «más» y señaló el blindaje del «derecho a la vivienda». «Estoy contento de estar hoy aquí», añadió el presidente catalán.
Pumpido deberá responder a la amenaza de la Amnistía
Es el primer aniversario de la Constitución que comparte una foto, que es incompatible por sus principios, con la Amnistía. Hace seis meses, el Congreso dio luz verde a la ley que borra los delitos del procés y gracias a la cual el presidente del Gobierno se aseguró seguir en el poder gracias a los votos de sus socios independentistas.
Precisamente, en la conmemoración de la Constitución se encontraba el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde Pumpido, quien deberá resolver los recursos de la Ley de Amnistía, después de que el TC rechazara apartarle del debate sobre los recursos. Concretamente, el TC admitirá a trámite antes de que acabe el año todos los recursos presentados por las comunidades contra la ley de amnistía –los 14 firmados por regiones gobernadas por el PP y el registrado por Castilla-La Mancha. Además, se presentaron cuatro cuestiones de inconstitucionalidad y 16 recursos de inconstitucionalidad: uno firmado por diputados del PP y 15 de gobiernos y asambleas autonómicos.
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