Terrorismo

La Audiencia revoca el tercer grado al etarra Atristain por no colaborar con la Justicia

La Sala corrige al Gobierno vasco porque no ve sincero el arrepentimiento del etarra

. En la imagen, el detenido Javier Atristain (4i), con las agentes de la Guardia Civil durante el registro.
. En la imagen, el detenido Javier Atristain (4i), con las agentes de la Guardia Civil durante el registro. EfeLa Razón

La Audiencia Nacional ha anulado la decisión del Gobierno vasco de conceder el pasado marzo el tercer grado al preso de ETA Xabier Atristain, al considerar que su arrepentimiento no es sincero y por no haber colaborado con la Justicia. La Sección Primera del citado tribunal estima así el recurso presentado por la Fiscalía contra la decisión del juez central de Vigilancia Penitenciaria que el pasado mayo avaló el tercer grado de Atristain, condenado a 17 años de prisión por asociación ilícita y depósito de armas y que este mismo año cumplirá las 3/4 partes de su condena, que no extinguirá hasta el 18 de julio de 2028.

Para la Sala, no constan "signos inequívocos de desvinculación" de la banda terrorista ni se han acreditado que haya colaborado con las autoridades "para impedir nuevos delitos, identificar a otros responsables e incluso impedir la actuación de organizaciones o asociaciones vinculadas o de apoyo al terrorismo".

En un auto del pasado lunes, al que ha tenido acceso este periódico, los magistrados hacen suyos los argumentos de la Fiscalía y revocan el tercer grado que le concedió por dos veces el Ejecutivo vasco y que le permitía dormir en su domicilio hasta que el recurso de la Fiscalía dejó en suspenso esa progresión de grado a la espera de la resolución del recurso.

La "doctrina Atristain" que no cuajó

Atristain acaparó el foco mediático en 2022 después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) considerase que se vulneró su derecho a un proceso con todas las garantías al negarle la posibilidad de ser atendido por un abogado de su confianza, cuando estaba en régimen de incomunicación, sin que el juez motivase suficientemente esa decisión. Pero el pasado junio el Tribunal Supremo cerró la puerta a un posible efecto cascada y acordó no revisará la condena al etarra porque -argumentó- incluso prescindiendo de las declaraciones afectadas por esa irregularidad, existían otras pruebas para sustentar su condena.

Pese a que el informe del equipo técnico del centro penitenciario señala que Atristain ha dado muestra de "signos inequívocos de haber abandonado los fines y medios terroristas", la Audiencia Nacional sostiene que no se especifican y, como ya apuntó el pasado mayo, asegura que su escrito de arrepentimiento de octubre del pasado año "no es demostrativo del reconocimiento y asunción del daño causado con su actividad delictiva".

Según los magistrados, sus palabras están huérfanas de "un expreso rechazo a la actividad delictiva cometida como integrante de la banda terrorista", limitándose a realizar "una manifestación genérica de ser sincero su dolor y sufrimiento por las víctimas" de la banda criminal y comprometiéndose a transitar por "vías pacíficas para alcanzar objetivos políticos". La Audiencia Nacional ya señaló hace dos meses que ese gesto resulta "claramente insuficiente para poder deducir una evolución favorable en su tratamiento".

Informe psicológico: "sensible" al sufrimiento de las víctimas

Y es que, resalta, el artículo 72 del Código Penal exige para la progresión al tercer grado que el recluso haya mostrado "signos inequívocos" de desvincularse del terrorismo y que, además, haya "colaborado activamente" con las autoridades para impedir otros delitos por parte de la organización terrorista o atenuar los efectos de su delito, o para "la identificación, captura y procesamiento" de responsables de delitos terroristas o "para obtener pruebas" o impedir que la banda criminal continúe con su actuación terrorista. "No pueden en consecuencia considerarse cumplidos los requisitos exigidos" por la ley, concluyen los magistrados.

El informe psicológico realizado al interno apunta que "muestra una asunción de la responsabilidad delictiva" y que reconoce los hechos por los que fue condenado y "reitera el abandono de los medios terroristas". En el referido escrito de perdón, manifiesta -siempre según ese informe- "sensibilidad ante el dolor y sufrimiento que padecen las víctimas de ETA, el cual lamenta profundamente" y pone de manifiesto su compromiso "en la no utilización de la violencia para conseguir objetivos políticos". Según esas conclusiones, no se aprecian en el etarra "elementos de peligrosidad" ni de riesgo de "quebrantamiento o reiteración delictiva que cuestionen un régimen de semilibertad".

Taller de justicia restaurativa

En cuanto al informe social, destaca que tiene esposa -a quien señala como un apoyo para su reinserción social- y dos hijos menores de edad, el menor de ocho meses. Con ambos informes, la Junta de Tratamiento propuso en noviembre del pasado año su progresión al tercer grado penitenciario, que el Gobierno le concedió el pasado marzo.

Su defensa destacó, para oponerse a la anulación del tercer grado, que Atristain "no tiene ninguna víctima directa" ni, por tanto, debe hacer frente al pago de responsabilidades civiles. Además, añadía, disfrutó en 2021 de tres permisos "sin incidencias" y el año siguiente, permaneció en libertad provisional de febrero a junio y, ya en tercer grado, de julio a octubre, "cumpliendo con todas las medidas de control establecidas por el centro penitenciario". Asimismo, esgrimió que participaba como auxiliar de limpieza y en la escuela de idiomas en euskera en las actividades del centro y en un taller de justicia restaurativa del Gobierno vasco.