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Cerco judicial al PSOE

Begoña Gómez entrará al juzgado por atrás

Los socialistas, en privado, replican el argumentario de Moncloa. Otros tantos ni si quiera comentan la situación de Begoña Gómez. El equipo de Presidencia prepara su entrada por la parte de atrás del juzgado

El juez Peinado avisa a Begoña Gómez de que si la juzgan por malversación lo hará un jurado EUROPAPRESS

El próximo sábado 27 de septiembre, salvo urgencia de causa mayor, Begoña Gómez Fernández –mujer del presidente del Gobierno– acudirá al juzgado de instrucción número 41 de Madrid para que el juez Juan Carlos Peinado le notifique que la investigación por un presunto delito de malversación se dirigirá a partir de ahora por el cauce de la ley de jurado, que será el que decida sobre su culpabilidad.

Nada más trascender la noticia, la ira se apoderó de Moncloa. Tanto el Gobierno como el partido escupieron sobre el togado, al que se le considera «nocivo»; un «loco» que «hace política», según dijo el propio Sánchez, y que querría derribar a toda costa a Pedro Sánchez y al gobierno de coalición.

El equipo de Presidencia del Gobierno, mientras, ya prepara la entrada de Begoña Gómez por la parte de atrás del juzgado. El garaje es un lugar reservado y servirá para impedir cualquier foto de ella. Las fuentes consultadas explican que la obsesión del presidente es, una vez más, la privacidad, como durante las vacaciones de verano.

Estas fuentes detallan que, como ha ocurrido en ocasiones anteriores, se cortará el tráfico de la calle para que Begoña Gómez llegue sin incidentes en coche oficial, escoltado por otros dos vehículos y con agentes corpulentos para dificultar cualquier toma de imágenes.

En Moncloa, además, se quejan de que el operativo contará con un refuerzo especial porque la Policía Local de Madrid «colabora poco». En cualquier caso, todo indica que Begoña Gómez visitará el juzgado de Peinado sin su marido. El presidente del Gobierno, en principio no tiene previsto arropar a su esposa, aunque su entorno desconoce qué hará finalmente; lo que da una idea de la forma en que el líder socialista afronta la situación judicial de su pareja.

La tensión está por las nubes. El secretario general del PSOE ha impuesto a su partido el silencio. Los socialistas, en privado, replican el argumentario de Moncloa: el de la cacería política, mediática y judicial contra la mujer de Sánchez.

Y prácticamente nadie se sale del carril. En el partido hay cierto temor a hablar sobre Begoña Gómez y sobre las implicaciones políticas de su aterrizaje en los juzgados. «Se sigue el argumentario. Es acojonante», explica un socialista forjado en decenas de batallas, incluida la que afecta a la mujer del presidente.

Lo cierto es que en el partido se asume que habrá un día en el que se deberá abordar en forma de ley o de reglamento el papel de los cónyuges de quien ostente la presidencia del Gobierno.

Pero el Ejecutivo de Pedro Sánchez no está por la labor de hacerlo ahora, porque sería admitir que hay, cuanto menos, falta de ética en la actitud de Gómez. La estrategia es la defensa numantina de la mujer del presidente.

En Moncloa hay quien señala lo que hicieron otros presidentes en el palacio presidencial como pretexto para aceptar la forma en que Begoña Gómez ha operado desde Moncloa.

El control de Pedro Sánchez sobre el partido es total. Y el equipo más cercano del presidente ya recibió un fuerte tirón de orejas durante los cinco días de reflexión.

El líder se encerró en Moncloa y puso al país en vilo nada más saber que su mujer había sido denunciada. Al ver que sus colegas en el partido no trasladaban su solidaridad con su esposa, no escondió su cabreo. El presidente lleva más de un año con su entorno personal acorralado.

No solo es su mujer, también su hermano se sentará ante el juez para ser juzgado. Fuentes gubernamentales comentan que a Sánchez le afecta personalmente que su familia se haya visto salpicada. Aunque con su campaña de victimización, él mismo la puso en el disparadero.

Desde que la causa echó a andar, en abril del año pasado, Peinado apuntó la condición de investigada de Gómez por las cartas de apoyo que redactó al empresario Juan Carlos Barrabés, quien impulsó uno de los másteres que codirigió en la Universidad Complutense de Madrid y que el centro terminó dando carpetazo.

Tanto Begoña Gómez como Pedro Sánchez, que también fue interrogado por Peinado, se querellaron contra él por prevaricación. Pero ambas fueron desestimadas por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. De manera que la estrategia que emprendió entonces el Ejecutivo fue desprestigiar la causa.

Y atacarle a él. Ahora, desde el Ministerio de Justicia se hace ruido para intentar apartarle sea como sea. «Será bueno para toda la carrera judicial», concede una fuente con asiento en Consejo de Ministros. El señalamiento del Gobierno a Peinado no ha cesado