Pactos electorales

Bildu pesca en el enfrentamiento entre PNV y PSE

Víctimas del terrorismo se concentraron ayer en las inmediaciones del ayuntamiento de Pamplona
Víctimas del terrorismo se concentraron ayer en las inmediaciones del ayuntamiento de Pamplonalarazon

Los nacionalistas le entregan Andoain y los socialistas les apoyan en Oyón.

«Hay cobardes, muy cobardes, súper cobardes y luego ya el PNV«, «hace cuatro años ya pasó lo mismo» o «el que no tiene palabra no es decente ni es digno». Son frases vertidas en las redes sociales por Rafaela Romera, quien hasta ahora ocupaba el cargo de portavoz del PSE en las Juntas Generales de Guipúzcoa, con las que arremetía duramente contra el PNV por haber incumplido el pacto entre ambos partidos y permitir que Bildu se hiciese con la alcaldía del relevante municipio guipuzcoano de Andoain. Ello fue posible porque un edil de los nacionalistas, aunque concurría como independiente y no está afiliado al partido, decidió romper el pacto y no apoyar al candidato socialista, lo que evitó que éste lograse la mayoría necesaria absoluta para gobernar y, en cambio, facilitar la elección del candidato radical abertzale.

La reacción de los socialistas vascos se produjo en Vitoria, donde tenía comprometido su apoyo a Gorka Uraran, del PNV, para, junto a los votos de Bildu, desalojar de la alcaldía al popular Javier Maroto. Sin embargo, los concejales socialistas, «como pago» a lo sucedido en Andoain, decidieron finalmente no sumarse al «cordón sanitario» contra el PP, que incluía compartir votos con quienes no condenan el terrorismo, y votaron en blanco la candidatura de Uraran, quien, pese a ello, logró la mayoría absoluta al tener el respaldo de sus cinco concejales, los seis de Bildu, los dos de Sumando –la marca de Podemos en Vitora– y el edil de la coalición Irabazi. Maroto, quien dobló en votos a la segunda fuerza política, Bildu, logró el respaldo de los nueve concejales elegidos en la candidatura del PP. Ahora falta por ver si el PSE entra en un Gobierno de coalición con el PNV, algo que se daba por hecho antes de lo sucedido en Andoain.

De esta forma, el PNV aceptaba de buen grado el gesto de «generosidad» de Bildu, todo con tal de evitar la reelección de quien obtuvo el respaldo mayoritario de los ciudadanos de Vitoria.

Sin embargo, donde los socialistas no tuvieron el más mínimo reparo en sumar sus votos a los del PNV y Bildu fue en la localidad alavesa de Oyón. En este municipio, hasta ayer gobernaba el Partido Popular y, a partir de ahora, lo hará el candidato del PNV, quien contó con el respaldo de los socialistas y de Bildu.

Con la elección de Uraran como alcalde Vitoria, el PNV se hace con el bastón de mando de las tres capitales de provincia del País Vasco, donde en ningún caso han contado con la oposición de los socialistas, y sí, en cambio, con el apoyo cuando así lo ha necesitado el candidato abertzale. Así, en Bilbao, Juan Mari Aburto fue elegido nuevo alcalde de la capital vizcaína fue elegido en primera votación por mayoría absoluta al contar con el respaldo de los 13 ediles del PNV y los cuatro del PSE. Algo similar sucedió en Getxo, donde el cabeza de lista del PNV y alcalde durante los últimos ocho años, Imanol Landa, repetirá en el cargo gracias a los votos de los nueve concejales de su partido y a los dos que logró el PSE.

También los nacionalistas vascos gobernarán San Sebastián después de 28 años, arrebatándole a Bildu la alcaldía. En el caso de la capital guipuzcoana, Eneko Goia, logró el apoyo exclusivo de los nueve representantes del PNV. En este caso, no le hizo falta el apoyo de los ediles socialistas, ya que los seis concejales de Bildu decidieron votar en blanco, mientras que los tres ediles del PP y el único de Irabazi votaron a sus respectivos candidatos. De haberlo necesitado, de acuerdo con el pacto suscrito entre PNV y PSE, los ediles socialistas hubiesen respaldado a Goia.

El PNV mantuvo también la alcaldía de Durango gracias al apoyo de los concejales del PSE. La contrapartida se produjo, por ejemplo, en Lasarte, donde los socialistas recuperaron la alcaldía, que le fue arrebatada por Bildu hace cuatro años, ya que los cuatro representantes nacionalistas optaron por abstenerse. Los radicales de Bildu han perdido gran parte del poder alcanzado hace cuatro años, aunque mantienen feudos como Hernani y Ondarroa, entre otros.