Cataluña
Borrell alienta la excarcelación en una Diada para los presos
El soberanismo ataca al Rey y a los jueces en la marcha independentista.
El soberanismo ataca al Rey y a los jueces en la marcha independentista.
Josep Borrell irrumpió ayer en la Diada con una entrevista en la BBC en la que dijo que él «personalmente preferiría» que los dirigentes independentistas presos «estuvieran en libertad condicional». Una opinión «a título particular»–según dijo– que defendió bajo el cartel de Ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Pedro Sánchez y que reiteró luego ante los medios españoles presentes en la sede del Consejo de Europa en Estrasburgo. «Políticamente habrían sido preferibles otras medidas de precaución», abundó.
Borrell, eso sí, apeló a la «independencia judicial» y a la «separación de poderes» en la BBC al ser preguntado explícitamente por qué el Ejecutivo del PSOE no mueve ficha «a favor» de los encausados. «¿Ha oído usted hablar de la división de poderes?», respondió visiblemente airado a la pregunta del presentador del espacio «Hardtalk», uno de los más influyentes de la cadena británica. «En España hay división de poderes y los jueces son independientes. Es un juez quien ha tomado esa decisión. El Gobierno no tiene nada que ver», reiteró.
En medio de este baile de opiniones, Borrell también aseguró que Cataluña es una «nación» y no una «región» de España, una respuesta de importante calado en el entorno socialista, dividido desde los tiempos del Estatut y la sentencia del Tribunal Constitucional al respecto.
Sin embargo, fueron las declaraciones del Ministro de Asuntos Exteriores sobre los dirigentes políticos presos y su libertad condicional las que tuvieron un mayor impacto a nivel político al coincidir de lleno con la Diada independentista de las entidades que secundó el Govern de Quim Torra.
La propia consejera de la Presidencia, Elsa Artadi, reaccionó rápido y aprovechó las palabras de Borrell para exigir un gesto a Pedro Sánchez. «Cada vez son más las que defienden que los soberanistas presos deberían estar en libertad, si hasta el ministro Borrell está haciendo estas declaraciones... que todo el mundo tome nota», lanzó nada más conocerse las declaraciones del Ministro de Asuntos Exteriores en la BBC. «Celebro que deje de hacer de militante de extrema derecha y haga de ministro», aseguró el republicano Gabriel Rufián aprovechando para criticar la figura del ministro de Exteriores.
De hecho, la Diada de ayer –la primera tras el 1 de octubre y la escalada de tensión derivada del proceso soberanista– cambió los omnipresentes cánticos a favor de la «independencia» de Cataluña por proclamas para exigir directamente al Gobierno de Pedro Sánchez la «libertad» de los dirigentes encarcelados. Y hubo reiterados ataques al Rey y a los jueces españoles.
Es más, en la manifestación de la avenida Diagonal de Barcelona se pudieron ver multitud de pancartas a favor de la excarcelación de los líderes del proceso e incluso de «abrir las cárceles», un extremo al que se refirió el propio Torra en el tradicional encuentro que mantiene con la prensa extranjera para la Diada. Ante los principales corresponsales afincados en Barcelona, el president negó que vaya a abrir las prisiones catalanas tras una hipotética sentencia condenatoria a los líderes independentistas –«yo no tengo la posibilidad, no puedo», aseguró–, aunque volvió a advertir con la desobediencia judicial. «No la voy a aceptar [la sentencia] porque votar jamás puede ser delito», dijo avanzando que consensuará la estrategia a seguir con el Parlament. «Tomaremos las decisiones que sean necesarias con el Parlament», comentó sin desvelar más detalles.
Las entidades independentistas también elevaron el tono de sus críticas y fijaron en la agenda una oleada de movilizaciones constantes antes del juicio a los líderes encarcelados. La más punzante fue la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Elisenda Paluzie, quien profirió duras palabras al Ejecutivo de Pedro Sánchez. «Convertiremos el juicio en un boomerang contra el Estado», advirtió sobre la presión constante que el independentismo tiene previsto ejercer desde la calle.
«A Pedro Sánchez le decimos que ya no nos valen estatuts. Sea valiente. Tenga el coraje de entender que este país ama, por encima de todo, la libertad. Y asuma que su estado ha realizado la mayor de las ofensas: reprimir a su ciudadanía», secundó el vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri.
Las entidades, eso sí, también leyeron la cartilla al Ejecutivo de Junts per Catalunya y Esquerra en un intento de presionar para evitar un hipotético pacto del independentismo político con el Gobierno del PSOE. «No queremos que nos enviéis de nuevo donde estábamos; no estamos en 2012 –cuando se hablaba de una consulta acordada– ni menos aún en 2006 –época del Estatut–», lanzó Paluzie ante un Torra que prometió un «movimiento sin freno».
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