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Burla a España: 858 víctimas, 69 verdugos; no nos ganarán

Los excarcelados por la «Parot» no piden perdón y exigen el derecho a decidir vasco. Los «liberados de ETA» se equiparan a las víctimas y justifican sus asesinatos

El Colectivo de Presos Políticos Vascos durante el acto en Durango con los etarras excarcelados a raíz de la derogación de la doctrina Parot
El Colectivo de Presos Políticos Vascos durante el acto en Durango con los etarras excarcelados a raíz de la derogación de la doctrina Parotlarazon

>> Los excarcelados por la «Parot» no piden perdón y exigen el derecho a decidir vasco. >> Los «liberados de ETA» seequiparan a las víctimas y justifican sus asesinatos. >>Artículos de: Francisco MARHUENDA; Abraham CASTRO MORENO y Carlos GARCÍA

La amnistía y la autodeterminación para conseguir la independencia, las viejas reivindicaciones de ETA, fueron ayer los mensajes de fondo lanzados en Durango por los presos excarcelados. El lenguaje se ha adaptado a los tiempos y ahora se habla de liberar «hasta el último» de los presos y del «derecho a decidir», pero el núcleo de las exigencias de los terroristas permanece inalterable, mientras han matado y ahora que han decidido dejar de hacerlo.

Para eso se reunieron ayer en Durango cerca de sesenta presos excarcelados por la derogación de la «doctrina Parot», en un acto que el Gobierno vasco permitió de buen grado, independientemente de las reflexiones judiciales, dando por hecho que se avanzaba en la dirección del final definitivo de ETA.

Sin embargo, aunque los presos excarcelados apoyaron, según el guión previsto, en su totalidad el comunicado del autodenominado Colectivo de Presos Políticos Vascos, que reconoce el daño causado y asume la vía legal para conseguir excarcelaciones individuales, añadieron un nuevo mensaje que vuelve la situación a los orígenes. Los presos excarcelados, como si aún tuvieran en sus manos las pistolas, exigieron ayer al Gobierno el reconocimiento del «derecho a decidir que tiene el pueblo vasco» como única vía para la «solución del conflicto» y reclamaron «repatriar y liberar hasta el último» de los exiliados y presos.

Quien expuso estas reivindicaciones, respaldado por la presencia de casi sesenta etarras que han sido excarcelados tras cumplir sus condenas, fue José Antonio López Ruiz, alias «Kubati», dejando claro que quienes han salido de prisión siguen perteneciendo a ETA, no se arrepienten, no piden perdón y no exigen la disolución de la banda.

El discurso, en la línea y con el lenguaje habitual de los etarras, les coloca a ellos en la posición de víctimas. Argumentan que «una vez finalizado el ciclo armado del conflicto, se deben solucionar todas sus consecuencias», lo que, a su juicio, pasa por «derogar las medidas de excepción» que en su opinión han sufrido los presos etarras. Aunque hablen de «final del conflicto armado» no dan por terminada su «lucha», al afirmar que seguirán trabajando para «superar la represión que, hoy en día, aún padece nuestro pueblo y conseguir la libertad que tanto merece». El comunicado finalizó con el lema «Euskal Presoak Euskal Herrira ¡Amnistía-autodeterminación!». Leído también en euskera por Itziar Martínez, en este comunicado no se contabilizaron las víctimas de quienes estaban allí haciendo reclamaciones al Gobierno, sino que se dio cuenta de los 1.500 años de cárcel a los que fueron condenados, sin considerar un privilegio que todos ellos estuvieran en esos momentos en libertad.

En el lúgubre escenario, sin apenas iluminación, en el que comparecieron ante los periodistas los etarras excarcelados, se leyó previamente otro comunicado del autodenominado Colectivo de Presos Políticos Vascos, organizador del acto, en el que se consideró un «castigo desmedido» las penas de cárcel que han cumplido los terroristas y en el que se realizó un llamamiento a que las excarcelaciones sean recibidas de modo «constructivo y positivo». Había tan poca luz que a los periodistas les fue difícil localizar a los etarras más significativos presentes en la sala, entre ellos Inés del Río, que, según la propia organización, no estuvo, aunque la mayoría de los periodistas consideraron que una mujer tremendamente parecida a ella era la terrorista que llevó la doctrina Parot a Estrasburgo. Contrastadas las fotos, el tema no quedó totalmente aclarado. Otro ausente de peso fue el etarra «Trotiño», mientras que allí estuvieron Francisco Javier Martínez Izaguirre, alias «Javi de Usánsolo», Isidro Garalde Bedialuneta, alias «Mamarru», Juan Manuel Piriz López e Ignacio Fernández de Larrinoa.

El sanguinario «Kubati» hizo los honores

Cuando los medios de comunicación entraron ayer en el antiguo matadero de Durango los 60 etarras excarcelados ya estaban colocados tras una mesa presidida por José Antonio López Ruiz, alias «Kubati», quien leyó uno de los comunicados del acto. «Kubati» , condenado a 1210 años de prisión por 21 asesinatos fue el terrorista que asesinó a la disidente etarra Yoyes cuando esta paseaba con su hijo de tres años en su pueblo natal de Ordicia.

«¿Por qué no pedís perdón a las víctimas»

No todo salió como estaba previsto ayer en el Kafe Antzokia de Durango. Los organizadores del acto se fueron con mal sabor de boca cuando, después de haberse leído los comunicados previstos, el periodista de Intereconomía Cake Minuesa aguó el akelarre a los etarres al alzar la voz y preguntar: «¿No vaís a pedir perdón a las víctimas?». El portavoz del Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK), Estanis Etxaburu, se aferró al guión del acto para contestar: «Hemos dicho que no vamos a responder a ninguna pregunta y aquí termina la rueda de prensa». Una respuesta que no contentó a Minuesa: «No teneís la hombría, la dignidad y la vergüenza de decir "queremos pedir perdón"». Poco después, dos personas de la organización han obligado el periodistaa abandonar el Kafe Antzokia.