C's recibe más de un millón de votos del PP

Los naranjas reciben un voto transversal y arrebatan al PSOE 381.000 votos. Podemos se desangra a causa de la abstención.

Los tres partidos más votados en las elecciones generales de 2015 y 2016 ceden votos. De tal magnitud es la fuga de votantes de estos partidos, que el PP sólo conserva el 70,8% de los que le votaron el 26-J. Podemos retiene el 71,3% y el PSOE el 74,7%. El PDeCAT no sale mejor parado, ya que únicamente fideliza al 69,2% de sus apoyos.

El mayor movimiento migratorio de votantes se da entre el electorado del PP. Ya que hasta el 17,8% de sus apoyos se transfieren a Ciudadanos. Esto representa el trasvase a los naranja de 1.413.000 votantes populares desde el 26-J, es decir, en poco más de dieciocho meses.

Esta inyección de votantes hace que Ciudadanos escale posiciones y alcance, según el CIS, el 20,7% del voto nacional. El segundo cambio importante del voto entre los electores se registra entre los que eligieron la papeleta de Podemos en 2016, puesto que hasta el 9,7% de ellos decide ahora votar al PSOE. Se trata de 494.000 votantes que abandonan a los morados y se incorporan a las filas socialistas. Es el principal aporte de votos que recibe el PSOE, lo que le permite compensar sus pérdidas de votantes a favor del partido naranja y de la abstención y además mantenerse por encima de los de Rivera.

El tercer movimiento más relevante detectado por el CIS es el 7,0% de votantes socialistas que ahora optaría por Ciudadanos. Son 381.000 electores que dan el paso de unirse al electorado de Cs.

La cuarta transición de mayor volumen tiene como protagonista a PSOE y Podemos. Los socialistas se desprenden del 4,2% de su electorado que se incorpora a Podemos. Son 229.000 votantes. No obstante el saldo entre los que parten del PSOE con destino a Podemos y los que hacen el recorrido inverso, es de 265.000 votos a favor de los socialistas. Tras años de saldo negativo en las cuentas socialistas con los morados, el PSOE comienza a tener superávit.

Pero además de estos cambios entre partidos anteriormente citados, que representan un volumen de 2,5 millones de votantes que cambiarían el color de su voto con respecto a las anteriores elecciones generales, nos encontramos que el CIS pronostica la abstención de aproximadamente otros 2,0 millones de electores, que en lugar de cambiar de partido deciden abstenerse. Es el paso previo antes de cambiar de partido, quedarse reflexionando en la abstención. Más de 1,8 millones de estos ciudadanos votaron a los tres principales partidos del 26-J. El que más electores envía a la abstención es Podemos, el 11,3% de sus votantes. Le sigue el PP, que desmoviliza a 540.000 de sus votantes a favor de la abstención. Representa el 6,8% de sus votantes del 26-J. Y en tercer lugar se halla el PSOE, ya que el 9,4% del voto socialista de las elecciones generales de 2016 se refugia ahora en la abstención. Son 512.000 votantes socialistas que engrosan la abstención.

El centro-derecha (PP+CS) mejora globalmente en 0,9 puntos, mientras que la izquierda (PSOE+Podemos) retrocede 1,7 puntos.