Elecciones municipales
La conjura del «tomasismo»
Gómez y Carmona reúnen al ala crítica del PSOE-M para advertir de que darán la batalla en el congreso regional y pedir que el número 2 de las listas por Barcelona «sea de Madrid».
Gómez y Carmona reúnen al ala crítica del PSOE-M para advertir de que darán la batalla en el congreso regional y pedir que el número 2 de las listas por Barcelona «sea de Madrid».
Hay dos fechas que este año se han marcado a fuego en buena parte del socialismo madrileño: el 11 de febrero y el 3 de agosto. Para el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, corresponden al final del «tomasismo», es decir, al cese de Tomás Gómez como líder de la Comunidad de Madrid y de Antonio Miguel Carmona como portavoz de los socialistas de la capital. Sin embargo, las efemérides pasarán a la historia del PSOE-M como las que dieron inicio al «tomasismo». El «dedo divino» de Ferraz volvía a cambiar lo que los militantes habían elegido en primarias, y eso en el socialismo madrileño no se perdona.
La siguiente fecha señalada en el calendario es la de ayer, día en el que Gómez y Carmona convocaron a sus «huestes» para dejar claro que habrá batalla en el próximo congreso regional, previsto para después de las elecciones generales, y cuestionar algunos de los nombres que acompañarán a Pedro Sánchez en la lista del PSOE por Madrid a los comicios del 20 de diciembre.
Rodeados de simpatizantes, muchos de ellos ex cargos del partido retirados o apartados tras la salida de Tomás Gómez como secretario general del PSM, Gómez y Carmona llamaron a la unidad de los suyos para «ganar las elecciones del próximo Comité Regional». En su intervención, que tuvo lugar en el Centro Cultural Antonio Machado, el que también fuera alcalde de Parla defendió la llegada de una «etapa nueva» y la elección de «un nuevo secretario general», pero sin olvidar «a quien hizo daño». Según recogió Europa Press, el ex líder del socialismo de Madrid seguró que no pide «que no olvidemos por rencor y venganza, sino para que trabajemos para construir una organización en la que nadie utilice su poder para hacer daño a los demás».
Carmona, que también se dirigió al ala crítica concentrada por primera vez públicamente, exaltó la figura de Gómez al declarar que es «el mejor secretario general que tiene la agrupación», que actualmente dirige la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández. El concejal del Ayuntamiento de Madrid, sustituido al frente de la Portavocía del grupo por su número dos, Purificación Causapié, criticó la nueva Ejecutiva de Hernández, de la que aseguró que ha dividido «de cuajo» a la federación madrileña.
Sobre las listas por Madrid con las que concurrirá el PSOE a las próximas elecciones generales y que han suscitado cierta polémica por incluir entre los seleccionados a la catalana Meritxell Batet, el bilbaíno Eduardo Madina y la independiente Zaida Cantero, ambos ex candidatos socialistas han pedido que «en las listas por Barcelona el número dos sea madrileño». Pero no sólo Carmona mostró públicamente su adhesión al ex líder del PSM.
La ex delegada del Gobierno en Madrid y ex diputada del PSOE en la Asamblea, Amparo Valcarce, se quejó de que, «si la dirección política del PSOE-M de Gómez hubiera podido completar su trabajo», el resultado de las elecciones hubiera sido mejor y aseguró que «lo que hace falta ahora es un cambio, ya que eso es lo que esperan los ciudadanos». En esta misma línea habló también la ex secretaria de Organización del PSM, Maru Menéndez, que criticó la destitución de Carmona de la Portavocía de Grupo Socialista del Ayuntamiento de Madrid y reclamó haber consultado antes a la militancia. «Es el momento de quienes se dejan la vida en el partido y no de quienes vienen un día cualquiera», añadió el diputado socialista Eusebio Gónzalez Jabonero, sobre la entrada de «nuevos» nombres en el partido.
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