Elecciones catalanas
Cataluña: los independentistas pierden tres escaños y no logran la mayoría absoluta
Ciudadanos es el partido que más fideliza: nueve de cada diez volverían a votar a Arrimadas mientras que el 16,9% de los votos de la CUP se pasarían a los republicanos de Junqueras.
Cs es el partido que más fideliza: el 90% volvería a votar a Arrimadas mientras que el 16,9% de los votos de la CUP se pasarían a ERC, según la encuesta de NC Report para LA RAZÓN.
Los electores catalanes siguen premiando a los partidos constitucionalistas (Cs, PSC, PP) y confirman la tendencia que lleva dibujándose desde el 21-D: según el sondeo de intención de voto que publica hoy LA RAZÓN todos los partidos partidarios de que Cataluña permanezca en España subirían tanto en porcentaje de votos como en escaños en el Parlament. La otra cara de la moneda es para el sector independentista (JxC, ERC, CUP) que resta tres escaños y se queda en 67, es decir, perdería la mayoría absoluta lograda en las últimas autonómicas. De hecho, el último sondeo electoral de NC Report certifica el vuelco electoral producido en Cataluña, ya que si a los escaños del bloque constitucionalista se sumaran los de Catalunya en Comú-Podemos se llegaría a la mayoría absoluta de 68 escaños. Éste es el panorama que describe un estudio de intención de voto cuyo trabajo de campo se hizo entre el 22 y el 28 de marzo, es decir, coincidiendo con el amago de investidura exprés de Jordi Turull y la detención del ex president Puigdemont en Alemania. Esta contundente dosis de realidad para el bloque independentista coincide, además, con los cien días de vacío político tras el 21 de diciembre, un dilatado periodo de tiempo en el que se ha hecho patente el clima de desconfianza reinante entre los soberanistas y ha contribuido al aumento del escepticismo entre sus propios votantes.
Ciudadanos es la fuerza política que más crecería en el nuevo Parlament: a los 36 que tiene actualmente Inés Arrimadas se sumarían dos más. A pesar de que se dejaría 16.000 votos respecto al 21-D, la fuerte caída de la participación provoca no sólo esa subida de dos escaños sino además un 0,3% en intención de voto. Más significativamente aún, los de Arrimadas son la fuerza mas votada en tres de los cuatro segmentos de edad contemplados en la encuesta, es decir, los que van desde los 18 a los 64 años. Sólo los mayores de 65 prefieren a Junts per Catalunya. Por último, la primera fuerza política sigue siendo la que mejor fideliza a su electorado. Concretamente un 90,7% de los votantes de Arrimadas seguirían confiando en Cs.
El continuado auge del partido naranja tiene su contrapartida en el persistente deterioro electoral de Junts per Catalunya. Según la encuesta de NC Report, los de Puigdemont son los que más bajan y se dejan 124.000 votos y 2,3 puntos porcentuales en intención de voto. Este retroceso se traduciría en dos escaños, pasando de 34 a 32 y quedándose, por tanto, a tan sólo un diputado de distancia con ERC. Es pertinente llamar la atención asimismo sobre el «sorpasso» en toda regla de los republicanos, que superan en 1,6 puntos porcentuales a JxC. Sólo las peculiaridades del sistema electoral catalán hacen posible que la antigua Convergència tenga un diputado más que ERC pese a contar con 70.000 votos menos según el estudio. En cualquier caso, los republicanos pierden un escaño y 41 votos según la encuesta. Su retroceso desde el 21-D es de 0,4 puntos.
Por otra parte, los socialistas de Iceta suben un 1% y un escaño y lograrían fidelizar a un 80,2% de su electorado. El PSC se haría con nada menos que 34.000 votos de Podemos (un 10,4%) y con un 5,1% de los electores de ERC. Los socialistas subirían –junto a otros «robos» de menor cuantía al resto de partidos del espectro político catalán– más de 25.000 votos y consolidarían un resultado por encima de los 630.000 sufragios, una cifra que les confirma como cuarta fuerza política pero muy lejos aún de los niveles de apoyo popular que lograron en la era Maragall, cuando el PSC era un partido con clara ambición de gobierno.
La subida del tercer partido constitucionalista, el PP, también es modesta. Se concreta en un 0,6% de votos respecto al 21-D y un escaño. Los populares fidelizan a un 83,3% de sus votantes y su mayor pérdida de votos (concretamente un 8,6%) se marcha a la abstención, que sube un 2,3% respecto a las autonómicas de diciembre. La franquicia de Podemos en Cataluña también tiene que pagar una considerable factura en intención de voto. La estudiada equidistancia de Iglesias y Colau se traduce en la perdida de 71.000 votos y un escaño. Los antisistema de la CUP, por su parte, pierden tres décimas de punto y mantienen sus cuatro escaños del 21-D.
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