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César Luena: «Compete a la dirección federal expulsar a Chaves y Griñán»

César Luena: «Compete a la dirección federal expulsar a Chaves y Griñán»
César Luena: «Compete a la dirección federal expulsar a Chaves y Griñán»larazon

César Luena (Bobadilla, 1980) dejó hace cuatro meses su Rioja natal para unirse a la causa de Pedro Sánchez. Cambió de ciudad para cambiar el PSOE y España. En la anatomía del secretario general es la mano derecha y en Ferraz ejerce funciones de «fontanería». Joven leal y trabajador discreto, aunque su tarea no pase desapercibida, es la cara menos conocida, a la sombra del líder. Un líder al que guarda las espaldas en el Congreso –ocupa el escaño inmediatamente posterior a Sánchez– y al que pertrecha en cada rueda de prensa. Este Doctor en Historia escribe la suya con humildad y ambición. Hoy nos ponemos en sus zapatos.

–¿Cómo surgió el «flechazo» con Pedro Sánchez para que le eligiera como mano derecha?

–Tenemos una relación de amistad. Nos conocemos desde 2009, coincidimos en el grupo parlamentario y conectamos por las ideas y por la forma de ver la política. El «flechazo» surgió en las últimas semanas de las primarias, estuve echándole una mano y colaborando activamente desde el 13 de julio hasta el Congreso. Pensé que tocaba ayudar en un momento difícil y bajo las órdenes de un gran político. Fue un gran honor, nunca hubo dudas.

–De concejal a parlamentario autonómico y de ahí al Congreso y después a la dirección de Ferraz ¿A qué aspira ahora?

–A que Pedro Sánchez sea el presidente del Gobierno de España.

–Como «fontanero» de Ferraz ¿cuáles son sus herramientas y de qué se ocupa un número dos?

–Dedicación 25 horas al día, una actitud de humildad y diálogo constante y ambición. Quien está detrás del líder tiene que aprender todos los días, ser capaz de hacer que funcione un gran equipo, ya que no deja de ser parte del mismo. En el pasado, ser el número dos del PSOE se veía desde una épica de poder, ya no es así.

–Dijo que Artur Mas parecía un «zombie», ¿después del 9-N estamos ante «el amanecer de los muertos vivientes»?

–Esa calificación fue un error y reitero mis disculpas. Tras el 9-N se abre un tiempo nuevo, el independentismo es un absoluto desastre. El PSOE quiere responder a un sentimiento amplio en Cataluña –superior al independentismo– que busca mayores dosis de autogobierno, pero también un sentimiento de pertenencia a España distinto. La gran mayoría de catalanes quiere seguir formando parte de España, pero con otro encaje.

–¿Cómo valora las distintas posturas ante este encaje?

–La respuesta del PP no vale, porque no hacer nada es, a veces, hacer lo peor. Mas es una persona que no ha cumplido con sus obligaciones, que eran encauzar ese sentimiento hacia el diálogo, la negociación y el pacto, y no hacia el choque. Junqueras mira por los suyo y Rajoy quiere conservar el poder –aunque sabe que lo ha perdido–. Sánchez es responsabilidad y sentimiento patriótico, proponiendo una reforma de pacto y acuerdo. Está en la legalidad, pero sin esconderse detrás de la legalidad y defendiendo la Constitución, pero sin parapetarse en la Constitución.

–¿Qué opinión le merece la intervención de la Fiscalía? ¿Y una posible inhabilitación de Artur Mas?

–Un desastre. La mejor campaña para el independentismo. Respeto la actuación de la Fiscalía y la independencia de la Justicia, pero si actúa por presión del Gobierno, Génova va a financiar la campaña del independentismo en Cataluña.

–¿Qué le diría a un independentista catalán al que su solución federal le sepa a poco?

–Que la clave de vivir juntos es decidir juntos.

–¿A qué espera el PSOE para presentar la reforma de la Constitución en el Congreso?

–A que haya el consenso necesario y a que se den las condiciones políticas para que sea útil y un éxito. No tenemos la ansiedad de presentar un texto –aunque ya esté redactado– para que inmediatamente el PP lo rechace y Mas alegue que España no quiere. Hasta en eso somos responsables.

–¿Qué le pareció la comparecencia de Rajoy?

–Marca Rajoy: no hacer nada, no decir nada. Está acorralado por los duros de su partido, lo está desde el Congreso de Valencia. Ahora tiene una presión enorme porque un partido que ha jugado a no entenderse con nadie puede considerarse aislado. Rajoy es el anticipo de lo que va a ser el PP: aislamiento.

–«Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos». Dice que esta frase de «El libro de los abrazos» define al nuevo PSOE ¿Qué tiene que cambiar?

–Hacer, en lugar de decir. Hemos puesto en marcha un equipo nuevo y un proyecto político. El PSOE tenía que hacer una cura de humildad, renovar sus equipos y reformular su proyecto político con humildad pero con ambición. Incorporando la transparencia y actuando con contundencia y rapidez en casos de corrupción.

–¿Cuál es el último viaje que ha hecho con cargo al Parlamento?

–Siempre hago los viajes a Zaragoza y desde allí cojo mi coche a Logroño. Lo que ha hecho Monago –que no creo que lo haya hecho nadie más– es una utilización deleznable del Parlamento. El problema es que no hay una definición regulada. Los viajes deberían definirse, acotarse y, después, publicarse.

–¿Está el PSOE abierto a pactos con Podemos?

–El único pacto que tiene el PSOE en la cabeza es un pacto con la mayoría de los ciudadanos. Las municipales y autonómicas van a ir bien y las generales las vamos a ganar. La pregunta sería si hay otros partidos que vayan a estar dispuestos a apoyar al PSOE de Sánchez en su proyecto de cambio para España. No será el PP, eso lo descarto.

–¿Cómo valora las encuestas?

–Las miro con muchísima distancia. El PSOE recupera valoración e intención de voto, y el líder más valorado, al menos según dos de esas encuestas, es Sánchez. El PSOE remonta y no se va a detener.

–Respaldó expresamente a Susana Díaz. Si se presentase a las primarias de julio a La Moncloa frente a Sánchez ¿la volvería a apoyar?

–No contemplo ese escenario porque Susana Díaz ha dicho que no se va a presentar. En todo caso mi candidato para todo es Pedro Sánchez y es la apuesta de la mayoría del partido. Es el mejor.

–¿Cómo valora las diferencias entre Díaz y Sánchez? ¿Y la estrategia de comunicación del líder?

–Me parece correcta, mejorable como todo en la vida, y el hecho de que haya una opinión distinta es normal. Susana Díaz no comparte algo, lo dice y eso ayuda a que podamos llegar a una síntesis.

¿Expulsará el PSOE a Chaves y Griñán si son imputados? ¿Será Susana Díaz o la dirección federal quien se lo comunique?

–Compete a la dirección federal. Tenemos establecido que, en el momento en que se abre juicio oral, hay que abandonar el escaño y se suspende la militancia. Además, en nuestro Código Ético se contempla que si hay imputación se abandone también. Hay una mayoría social enorme, con la que conectamos, que exige contundencia, rapidez y limpieza. Y eso haremos.

–¿Se ha actuado con la misma contundencia que en otros casos como las «tarjetas black»?

–No son categorías comparables. En absoluto. Tenemos la obligación de ser contundentes, pero también de ser justos. La decisión del TS es un paso esencial. En el auto no hay ninguna imputación o acusación, los afectados llevaban tiempo reclamando que el Supremo actuara para poder declarar y ahora se personarán de inmediato para hacerlo. Estamos cada vez más cerca de que esto se aclare y se resuelva.