Política

San Sebastián

Condenado a 30 años de prisión el etarra Carasatorre por matar a un brigada

La Audiencia Nacional ha impuesto al etarra Juan Ramón Carasatorre, ya condenado por el asesinato en 1995 del concejal del PP Gregorio Ordóñez, una pena de 30 años y seis meses de cárcel

La Audiencia Nacional ha impuesto al etarra Juan Ramón Carasatorre, ya condenado por el asesinato en 1995 del concejal del PP Gregorio Ordóñez, una pena de 30 años y seis meses de cárcel por matar en abril de 1995 de un tiro en la nuca a un brigada del Ejército en el cuartel de Loyola (San Sebastián).

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, el tribunal considera probado que Carasatorre, también conocido como "Zapata", y otro de los miembros del comando Donosti, Francisco Javier García Gaztelu, "Txapote", se acercaron el 10 de abril de 1995 por detrás al brigada Mariano de Juan Santamaría y le dispararon un tiro en la nuca, que le ocasionó la muerte.

La sentencia detalla que el disparo fue efectuado con una pistola marca FN-Browning calibre 9 mm Parabéllum "prácticamente a quemarropa, a la altura de la parte trasera del cuello, que atravesó la base del cráneo y salió por la cara -de la víctima-, dando con ello muerte instantánea al militar".

Para atentar contra el brigada, Carasatorre, "Txapote"y Valentín Lasarte -estos dos últimos ya condenados por estos hechos- robaron la noche del 16 al 17 de marzo de 1995 un automóvil marca Fiat en Astigarrara (Guipúzcoa), al que cambiaron las matrículas.

Se dirigieron con este coche al cuartel del Ejército de Loyola y esperaron hasta que saliera "un militar que tuviera alguna graduación", en este caso el brigada Mariano de Juan Santamaría, que dejó el acuartelamiento a las 14.20 horas.

Tras asesinar al militar, Carasatorre y "Txapote"huyeron rápidamente del lugar en un coche que conducía el otro miembro del comando.

El vehículo, que abandonaron en la margen derecha del paseo de Urumea de San Sebastián, fue localizado por la Policía, que extrajo de él restos biológicos y huellas dactilares de sus placas de matrícula.

Precisamente, la Audiencia considera probada la autoría de Carasatorre en este asesinato por las huellas que se hallaron en el anverso y en el reverso de la matrícula falsa que los etarras colocaron al coche robado.

El tribunal también tiene en cuenta la declaración incriminatoria que realizó ante el juez instructor de la causa el arrepentido Lasarte, quien en el juicio, celebrado el pasado mes de mayo, aseguró sin embargo que no recordaba si Carasatorre participó en el atentado.

Al tribunal "no le surge ninguna duda sobre la participación delictiva del acusado en la sustracción del coche y en la causa de la muerte del militar", concluye la sentencia.

La pena impuesta a Carasatorre -29 años por delito de atentado terrorista y 1 año y seis meses por utilización ilegítima de vehículo a motor- es menor que los 33 años de cárcel que reclamó el fiscal en la vista.

El tribunal también ha condenado a Carasatorre a pagar por daños 114.509 euros al propietario del vehículo y a indemnizar con 500.000 euros a los herederos del brigada, de forma conjunta y solidaria con los otros etarras ya condenados.