Terrorismo yihadista
Daesh y Al Qaeda se disputan el control de la captación de militantes a través de las redes sociales
España ha sido fijada como objetivo de "recluta"de nuevos "moujahidines"
España ha sido fijada como objetivo de "recluta"de nuevos "moujahidines"
“Son muchos los musulmanes que han perdido la fe en los moujahidines”. La frase, en boca del máximo cabecilla de Al Qaeda Central, Ayman Al Zawahiri, es toda una sentencia y pone de manifiesto que la extrema agresividad de la banda rival, Daesh, ha provocado que los terroristas sean vistos como tales por muchos seguidores del Islam, y no como luchadores en nombre de Alá, como a ellos les gusta que se les reconozca.
Zawahiri ha puesto manos a la obra para resolver el “problema” y, como primera medida, además de un largo “sermón” en su nueva revista, ha enviado a los militantes del grupo un manual de cómo tratar los asuntos yihadistas en las redes sociales. Curiosamente, Daesh ha hecho exactamente lo mismo, con su propio manual. Saben que tienen un problema y tratan de resolverlo, ya que ninguna de las dos bandas renuncia a su objetivo estratégico de establecer un “califato mundial”.
Por lo que respecta a España, como país que forma parte de la Coalición Internacional que ha vencido territorialmente a Daesh, es objetivo de los terroristas y también de la captación de nuevos militantes. Tal y como adelantó LA RAZÓN, Al Qaeda, al anunciar que se vengaría de los atentados perpetrados contra dos mezquitas en Nueva Zelanda, hacía dos referencias a Al Andalus, como denominan a nuestra nación.
Daesh, el Estado Islámico, ha introducido una “variante” no menos preocupante y, en los dos últimos meses, ha publicado hasta cuatro vídeos con amenazas, subtitulados o que se pueden escuchar en español.
Independientemente de lo que haga Daesh, ocupada en labores de reorganización para practicar el terrorismo puro y duro (es raro el día en que no cometen un atentado en los territorios que les han “arrebatado”), Al Qaeda, por boca de Zawahiri, ha publicado un memorial de intenciones.
Lo primero es hacer un llamamiento para acercarse a esos musulmanes desencantados: “extenderemos nuestras manos a ellos para pedirles el apoyo con el fin de levantar la bandera del Islam; esperamos encontrar una respuesta sincera y de cooperación de esos hermanos que trabajan para apoyar nuestra religión. En nuestra lucha contra las naciones cruzadas y las civilizaciones occidentales, hemos soportado una carrera por la dominación y adquisición de las mentes de nuestra nación musulmana”.
“Nuestro objetivo es que Alá esté complacido, nuestra mayor esperanza es tener éxito (...) La entrega de nuestra nación para alcanzar su racionalidad jihadista, el aumento de su conciencia intelectual y la madurez de su comprensión política”, agrega.
“Buscamos difundir la fe en la majestad del Islam y sus hechos; y en la grandeza de su legislación y realidad. Y la nobleza de sus propósitos, los principios más elevados y la capacidad no sólo para resolver los problemas de los musulmanes, sino también los problemas humanos, así como rechazar otras leyes coercitivas como la democracia”.
“La solución es sacar a la nación musulmana de la desgracia que vive y vamos a seguir acercándonos a nuestros hermanos (...) si los musulmanes fueran una nación como nuestro Señor quiere, no estarían perdidas hoy Palestina y las Dos Mezquitas Sagradas”, subraya
“Alentamos a los creyentes a luchar contra los agresores y encender las emociones de fe en sus almas. Y buscar racionalizar el movimiento del militarismo islámico”. “Nuestro objetivo es desarrollar acciones de defensa islámica, jihadista y política para complementar los esfuerzos de la nación. En la liberación de la espina de la ocupación externa, de la ocupación sionista y la libertad de la tiranía de sus agentes”. “Reconocemos la profundidad de nuestras crisis islámica”, concluye.
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