Fotografía

«De plutón al hombre, todo es polvo de estrellas»

El Cosmocaixa encandila con la exposición «La belleza del Universo»

La artista Eugènia Bacells fascinada con la luz que emiten todas las partículas del universo, «todos somos polvo de estrella», recuerda, ha dibujado la luz que emiten los 118 elementos de la tabla periódica
La artista Eugènia Bacells fascinada con la luz que emiten todas las partículas del universo, «todos somos polvo de estrella», recuerda, ha dibujado la luz que emiten los 118 elementos de la tabla periódicalarazon

El Cosmocaixa encandila con la exposición «La belleza del Universo».

En 1968, cuando el cineasta y fotógrafo Michel Benson tenía seis años, fue al cine a ver «2001 Odisea en el espacio». Al salir, mientras caminaba por Broadway vuelta a casa, tiró de la mano de su madre y le preguntó de qué iba la película. Su madre puso cara de circunstancias y tras pensar un minuto, tuvo el valor de responderle con un «no lo sé». En busca de esa respuesta, mirando las imágenes que la NASA y la Agencia Espacial Europea captan con sus sondas robóticas, se le ocurrió que uniendo diversos fotogramas podría convertir un mosaico en una fotografía.

Quince años después de trabajar con miles de imágenes captadas por satélites, muchas de ellas en blanco y negro, dio a luz una colorida exposición que explora la belleza del sistema solar y muestra la diversidad de sus paisajes. En «Otros Mundos», una de las dos exposiciones sobre el universo que acaba de inaugurar el Cosmocaixa, muestra 66 fotografías fascinantes como la sombra de un eclipse lunar sobre la Tierra, las dunas rojas de marte descongelándose en primavera o una tormenta en jupiter que recuerda «La noche estrellada» de Vincent van Gogh. Aunque no dejar de ser fascinante, también hay una fotografía que horripila de la actividad del hombre en la Tierra, la península del Yucatán en llamas vista desde el espacio.

Benson explicaba ayer que ahora ya entiende qué quería decir Stanley Kubrick en «2001 Odisea en el espacio», que la humanidad no se puede quedar en la cuna en la que nació, la Tierra. Y observando una de sus fotos, una puesta de sol en Marte, dijo que «si un día habitamos en Marte, el hombre sentirá una enorme nostalgia de la Tierra cuando contemple una puesta de sol, pues es el único momento que su cielo se ve azul, el resto del día, el cielo se ve de color rojo, al revés que aquí, en la Tierra».

Las fotografías de Benson no sólo son arte, también tienen un importante valor científico, pues hay pocos astrónomos que procesen la información que llega de los satélites con su visión y se pueden hacer muchos descubriemientos juntando los pedacitos de cientos de fotogramas.

El padre del Cosmocaixa, Jorge Wagensberg, fallecido hace menos de quince días, estaría orgulloso de esta exposición. Siempre decía que «lo más importante de un museo es poder salir con muchas preguntas» y de la exposición «La belleza del universo» no se sale con una pregunta, se sale con infinitas preguntas. ¿Hay vida más allá de la Tierra? ¿Qué había antes del Big Bang? o ¿Cuándo nace el tiempo? Estas y otras muchas cuestiones también se las planteó otro genio, Stephen Hawking, que también se fue hace tres días. El científico más importante de los últimos tiempos dedicó su vida a desentrañar los enigmas del universo y divulgar los secretos del cosmos. Y aunque una persona se siente una pulga cuando mira las estrellas, tal y como recordó la directora general adjunta de la fundación Bancaria La Caixa, Elisa Duran», Hawking insistía en que «el universo no sería gran cosa si no fuera el hogar de la gente que queremos».

Para entenderlo mejor, la otra parte de la exposición, «Años Luz», de la creadora audiovisual Eugènia Balcells, sumerge al visitante en un recorrido multisonoro creado a partir de las frecuencias que emiten los cuerpos celebres, se puede escuchar el sonido de Mercurio a Plutón. «Somos polvo de estrellas y el universo es una danza energética», dice Balcells. Y su reflexión deja infinitas preguntas más.