Del «Levante» al «Levantito»

Ayuno de otra explicación más plausible, el equipo de «Kichi» extendió ayer carta de oficialidad a la vía meteorológica para excusar la desaparición de la bandera nacional de grandes dimensiones que desde 2008 ondeaba en la plaza de Sevilla. En efecto, la corporación presidida por Teófila Martínez la retiró el 10 de mayo debido al Levante que soplaba ese día pero ayer habló la ex alcaldesa para puntualizar que durante su mandato «se bajaba cuando hacía muchísimo viento y en cuanto remitía la intensidad del Levante, inmediatamente se subía». En esta ocasión, sin embargo, «han pasado muchos días, y si se quitaba era a un cierto nivel de Levante, no con un “levantito”», apostilló antes de negar tajantemente que arriar e izar de nuevo la bandera costase 150 euros, como aseguró el nuevo gobierno municipal.

Ayer también trascendió que la pequeña bandera nacional adosada desde el lunes a la base del mástil, sobre la que informaba LA RAZÓN en su edición del viernes, no había sido colocada por el Ayuntamiento en sustitución de la original, sino que estaba allí por iniciativa de un gaditano anómimo, que quiso usar la enseña rojigualda a modo de pasquín para lo que empleó un listón de madera, cinta americana y una ligadura metálica similar al alambre. «Kichi», en sus trece, aseguró por su lado que «cuando pase el temporal, volverá» a colocar la bandera de 73 metros cuadrados. Veremos.