Detenido el «kamikaze» que cruzó la frontera de Ceuta con 14 inmigrantes a bordo

Efectivos de las Fuerzas de Seguridad del Estado han detenido en la mañana de este jueves al conductor del todoterreno «kamikaze» que ha logrado cruzar esta madrugada las fronteras que separan Marruecos y Ceuta y también a los 14 subsaharianos que llevaba a bordo, según ha informado la Delegación del Gobierno.

En un comunicado, precisa que finalmente los inmigrantes, que entrarán al CETI de la ciudad autónoma después de abrirle expediente la Policía sobre su situación en España, eran 14 y han sido interceptados una vez en Ceuta.

Por su parte, el conductor del jeep Cherokee ha sido identificado como un ceutí de 27 años que responde a las iniciales S.A.M. En cuanto al agente de la Guardia Civil herido en el paso del automóvil, han informado de que su pronóstico es reservado aunque no reviste gravedad. Los hechos han ocurrido sobre las 3,00 horas en los puestos fronterizos de Bab Sebta, en el lado marroquí, y los controles de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Este 'modus operandi' ya se había utilizado varias veces en la ciudad autónoma de Melilla pero nunca en Ceuta.

Según han informado a Europa Press fuentes policiales, el suceso ha tenido lugar cuando la frontera del Tarajal, el único paso habilitado para el tránsito de peatones y vehículos entre la ciudad autónoma y el Reino alauita, se encontraba absolutamente desierto.

Estas mismas fuentes han precisado que el vehículo se lanzó sobre el paso marroquí y, tras atravesarlo, hizo lo propio con el español, situado a apenas 200 metros, sin que ni la Gendarmería del país vecino ni los policías nacionales y guardias civiles de servicio pudiesen hacer nada para frenarle.

Hasta 2005 el método más frecuente de entrada en Ceuta desde Marruecos utilizado por los inmigrantes irregulares era el salto del perímetro terrestre, cuyo doble vallado fue elevado a 6 metros de altura tras los intentos que, en septiembre, terminaron con varios indocumentados muertos. Desde entonces la vía marítima ha sido la predilecta por las redes de tráfico de personas.