Estrategia
Díaz busca una tregua con Sánchez como en el 23J ante las europeas
Sumar niega buscar votos de cara al 9J con su «no» en las dos leyes del PSOE y asegura que son «discrepancias pactadas»
El Gobierno de coalición llega a sus seis primeros meses desde que echara a andar marcado por varios desencuentros que han ido ensanchando las costuras de una pinza que a finales de la pasada legislatura y en la campaña electoral para el 23J funcionaba de manera sincronizada, todo con el objetivo electoral de volver a Moncloa. En este tiempo, sin embargo, los choques entre PSOE y Sumar han ido aumentando, en medio de la contienda electoral que acabará en junio con las elecciones europeas.
Un tiempo en el que los socialistas, acompañados por el clima político, han acabado monopolizando todos los debates, con la amnistía como escaparate, mientras Sumar se ha quedado sin hueco, perjudicado por la ausencia de Presupuestos Generales del Estado. Ante este escenario, el socio minoritario de la coalición ha visto en el punto y a parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, una oportunidad para diferenciarse y ha exigido «llenar de contenido» el nuevo capítulo legislativo con una batería de medidas de regeneración, con el objetivo también de tratar de marcar la agenda ante el PSOE, al que acusaban de buscar morder en el electorado de Sumar. Los socialistas, sin embargo, niegan cualquier estrategia socialista dirigida a fagocitar a los de Yolanda Díaz, pero, reconocen en Ferraz, que ellos no dejarán de apostar por concentrar el voto progresista ante la «inoperancia» de sus socios.
En el partido de Yolanda Díaz, que esta semana han sometido al PSOE a una prueba de estrés en el Congreso de los Diputados al votar en contra de la ley del proxenetismo y rechazar la ley del Suelo –hoy la norma será devuelta al Gobierno si el PP no la salva–, niegan cualquier tipo de interés electoral en sus decisiones ni diferenciarse por ganar votos. «Eso no funciona», aseguran fuentes al más alto nivel en Sumar. Sin embargo, como análisis del funcionamiento de la coalición en el partido de la vicepresidenta buscan que el PSOE inaugure una tregua en Moncloa de cara a que, en las próximas elecciones, el voto de izquierdas se reparta entre las dos fuerzas principales. Y es que en el partido de Díaz quieren reeditar la alianza que sí se dio en la campaña para las generales, en la que tanto PSOE como Sumar no ocultaban que tenían la intención de reeditar la coalición de gobierno y en la que los dos socios evitaron dañarse, e incluso se ayudaron con guiños en campaña. Algo que, no se ha visto en las campañas en Galicia, País Vasco o catalanas, donde, por ejemplo, los socialistas han pedido expresamente concentrar el voto en su opción, e incluso, han cargado contra su socio en Moncloa, que acababa sufriendo severos castigos en las urnas.
Fuentes cercanas a la vicepresidenta aseguran que el espejo en el que mirarse ahora es en el del 23J. «Funcionó porque colaboramos», admiten. Y es que, ambas formaciones acabaron consiguiendo mejores resultados que lo que las encuestas vaticinaban. De cara a las europeas, en Sumar piden a Sánchez un pacto de no agresión para no salir perjudicados electoralmente. Aun así, detectan un crecimiento en las últimas semanas y, otras fuentes sí admiten que ha ayudado a ello el «nuevo rumbo» que Sumar ha implantado en el Congreso de los Diputados con medidas para la regeneración democrática, como para derogar la ley mordaza o cambiar las mayorías parlamentarias para renovar el CGPJ. Acompañado ello de los logros que se imputan a la vicepresidenta, como la reforma del subsidio por desempleo.
A pesar de esta reflexión de Sumar de la necesidad de colaboración en Moncloa, el partido de Yolanda Díaz ha ahondado esta semana más todavía su estrategia de diferenciación y ha planteado dos órdagos al PSOE en el Congreso de los Diputados. El martes, votando en contra de la ley de proxenetismo del PSOE, que decayó ante el «no» rotundo de sus socios y del PP y por el mismo camino, si los populares no la salvan hoy, quedará el primer proyecto de ley sobre la reforma de la Ley del Suelo, ante el rechazo de los socios. En Sumar defienden que se trata de discrepancias «pactadas» entre Sánchez y Díaz, y niegan haber perjudicado a la coalición. En el entorno de la vicepresidenta, insisten en que Sumar apoyará todo lo que está reflejado en el acuerdo de coalición y que, si el PSOE quiere traer al Congreso una ley que no esté firmada, deberá ser negociada con Sumar si pretenden sacarla adelante. De esta manera, el partido deja en vilo las medidas socialistas que quiera impulsar el socio mayoritario y que no hayan sido acordadas previamente. Sin embargo, a pesar del optimismo en el entorno de la vicepresidenta, otras voces del espacio sí coinciden en señalar que la coalición de Gobierno saldrá «magullada» esta semana de la Cámara Baja.
El socio mayoritario de la coalición, sin embargo, destila enfado ante el retrato de dos leyes fracasadas con la colaboración de Sumar. «Me ha molestado su voto en la Ley del Suelo», asegura un ministro del ala socialista, que, si bien reconoce que los ministros de Yolanda Díaz se quejaron formalmente en el Consejo de Ministros sobre esta ley, no les avisaron de que votarían en contra en el Congreso, algo que Sumar niega tajantemente.
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