El desafío independentista
Duran a Mas: «Esto ha llegado al límite»
Las declaraciones de Homs cuestionando la Monarquía precipitan el adiós del secretario general de CiU
Aguantó lo indecible en la última semana. «Tengo un flemón que me está fastidiando», se quejaba el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, en alguna conversación privada en los pasillos del Congreso. No sabía que la gran inflamación estaba por venir: la abdicación del Rey. Un revulsivo institucional que socava los cimientos de la Federación catalana y que obliga a Duran a mantener varias conversaciones con Artur Mas. Son horas muy críticas en Barcelona y Madrid. El núcleo duro de Convèrgencia es radicalmente partidario del voto negativo a la Ley Orgánica. Los diputados de Unió Democrática, mucho más moderados, abogan por el sí. La bronca está servida.
Duran se emplea a fondo por una postura intermedia. Ese mismo lunes, día de la noticia inesperada, interviene en la Comisión Ejecutiva de CiU y rechaza con argumentos el voto negativo en el Congreso. Curiosamente, Jordi Pujol le respalda. El ex presidente de la Generalitat, un hombre que siempre fue muy cercano a La Zarzuela, de estrecha relación con el Rey, le da la razón. La Federación no puede aparecer en este asunto de envergadura histórica como un nuevo apéndice de Esquerra Republicana. La discusión es fuerte, con voces altisonantes. Finalmente, se opta por la abstención. Duran hace algunas llamadas a Madrid. Entre ellas, a algunos empresarios de fuste, inquietos por la situación, y a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, con quien mantiene buena relación Su frase es idéntica: «¿Sabéis lo que me ha costado frenar el "no"?»
Pero la gota que colma el vaso se produce el viernes día 6. El portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, hace unas declaraciones explosivas en Ginebra. «El Rey se va para mantener el negocio familiar». Algo inaudito, inaceptable, en un alto cargo del Gobierno catalán. A Duran se le agota la paciencia y llama de inmediato a Artur Mas. Una conversación larga, tensa y arisca. «Esto ha llegado al límite», le dice el líder socialcristiano al presidente de la Generalitat. Para Duran, el cese de Homs es urgente y necesario. Por el contrario, Mas le defiende y le refuerza. Ambos mantienen un duelo dialéctico en el que se cruzan reproches. Duran ha sido muchos años «el eterno hombre puente» con Madrid, en cabeza de unos diputados responsables y sensatos. «Se acabó», le espeta rotundo a Mas.
La situación actual es la siguiente: tras la proclamación del nuevo Rey, Felipe VI, Duran dimitirá como secretario general de CIU. «No tiene sentido ser el número dos de algo en lo que no crees», dicen en su entorno. También dejará la presidencia de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, y así se lo dice a Mas: «Me he cansado de ser un españolista en Cataluña y un nacionalista en Madrid». Su doble condición y ser criticado en ambos sitios le ha saturado. De momento, seguirá como portavoz del Grupo Parlamentario hasta agotar la Legislatura. Pero el tema está abierto y depende la consulta. Duran está en contra del referéndum soberanista del 9 de noviembre y de que CiU sea, cada vez más, un apéndice de Esquerra Republicana. «Es el final», comenta a su círculo próximo.
Si la consulta soberanista no se celebra y Artur Mas opta por convocar unas elecciones plebiscitarias, Unió y un sector del empresariado catalán le están presionado para que encabece una lista a La Generalitat. «Es el único que puede parar esta locura», dicen estas fuentes. Duran, de momento, es prudente y se deja querer. Todo es posible y él está abierto, en medio del vértigo que vive este país. El pasado mes de octubre, el Príncipe Felipe recibió con gran discreción a gentes de diversos sectores catalanes. Uno de ellos, Jordi Casas, un histórico de Unió Democrática, senador, diputado y ex delegado de la Generalitat en Madrid, cargo del que se marchó por su posición contraria al separatismo. Casas quedó impresionado por el conocimiento y preocupación del Príncipe hacia Cataluña. «Es el hombre del futuro», asegura sin ninguna duda tras más de dos horas de conversación intensa en La Zarzuela.
Así las cosas, Duran convenció a Mas de venir a la proclamación del nuevo Rey, pero ha cerrado una etapa de su vida política. La Federación que Jordi Pujol creó y que gobernó Cataluña durante treinta años está rota. Duran Lleida, el eterno lazo político con Madrid, un hombre viajado y recibido por líderes de todo el mundo, contempla triste el espectáculo. Piensa que Cataluña está perdiendo el ritmo y roza el ridículo en la escena internacional. El capítulo de Francesc Homs ha sido el último. En una reciente cena con algunos de sus íntimos, les comunicó el deseo de culminar su actual papel político. «Tú te vas como el Rey», ironizaron algunos en la despedida. Y en el brindis, todos lo tuvieron claro: «Si Tarradellas levantara la cabeza...».
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