El Congreso crea una comisión sobre Interior y De Guindos planta al Pleno

El primer Pleno del Congreso de esta legislatura aprobó ayer la petición del PSOE y los nacionalistas catalanes y vascos de crear una comisión de investigación sobre el supuesto «uso partidista» de los medios del Ministerio del Interior con «fines políticos» por parte del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Esta iniciativa fue respaldada por Ciudadanos y Podemos, y se justifica en la difusión de las conversaciones privadas entre Fernández Díaz y el ex jefe de la Agencia Antifraude catalana Daniel de Alfonso sobre casos de corrupción que afectan a políticos nacionalistas catalanes. Si se disuelven las Cortes Generales, y vuelve a haber elecciones, esa comisión decaerá y sólo quedará el ruido político de estos días. Por otra parte, el PP volvió a blandir el argumento de que el Tribunal Constitucional aún no se ha pronunciado sobre el conflicto de atribuciones que el Congreso le planteó la pasada legislatura para responder a las críticas de la oposición por la ausencia del ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, del Pleno del Congreso, donde ayer había sido citado para dar cuenta del frustrado nombramiento del ex ministro José Manuel Soria para el Banco Mundial.

El Pleno de la semana que viene, el segundo de la legislatura y puede que antepenúltimo, tampoco incluirá una sesión de control al Gobierno, según el borrador del orden del día de esa sesión que ha diseñado la Junta de Portavoces de la Cámara. Hace una semana, cuando los grupos parlamentarios acordaron el orden del día de la sesión de ayer, el portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando, arguyó que no se había incluido una sesión de control porque no había acuerdo entre los grupos sobre cuántas preguntas le correspondería formular a cada uno, pero anunció su intención de solicitar un Pleno de este tipo para el próximo 5 de octubre. Sin embargo, ni el PSOE, inmerso en su crisis, ni ningún otro grupo de la oposición solicitó que se pueda examinar al Gobierno en funciones la semana que viene, un control que el Ejecutivo de Rajoy rechaza argumentando que no tiene por qué rendir cuentas ante una Cámara que no le ha dado la confianza. Por otra parte, el Grupo Popular aprobó en solitario en el Senado una moción a favor de un pacto de Estado por la regeneración. Ningún grupo quiso unir sus votos a los del PP con la excusa de Rita Barberá.