El desgaste de reinar

Consultando los barómetros del CIS de los últimos veinte años, vemos que las Fuerzas Armadas y la Monarquía son las instituciones mejor valoradas por los ciudadanos. A fecha de hoy los ejércitos de la nación siguen en cabeza, pero desde el CIS de noviembre de 2010 la Monarquía, sin dejar los primeros puestos, ha retrocedido un punto y medio. De 5,26 puntos en el CIS de otoño de 2010, a los 4,89 del CIS de otoño de 2011 y a los 3,68 de la primavera de 2013, en el peor momento posible para la Corona. Fue esta última la peor calificación de la serie histórica pero, a pesar de ello, la Monarquía seguía entre las instituciones más apreciadas, muy por delante de otras como sindicatos, partidos políticos y el Parlamento.

El pasado mes de abril el CIS, publicaba los últimos datos de valoración, en los que, por primera vez desde el año 2011, mejoraba su puntuación alcanzando los 3,72 puntos. Quizá esa puntuación nos pueda confundir porque, en realidad, desde el inicio de la crisis todas las instituciones han perdido valoración, y la Monarquía no es ajena a ello –como le ha sucedido a la República en Francia–. Pero desde un punto de vista cualitativo, el pretendido retroceso de la Monarquía no ha sido tal, pues en la actualidad la Monarquía solo es superada en valoración por las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Seguridad del Estado, así como por los medios de comunicación y el Defensor del Pueblo. Por detrás de la Corona, para sorpresa de muchos, se encuentran instituciones tan prestigiosas como la Iglesia, el Tribunal Constitucional, el Consejo General del Poder Judicial, los gobiernos autonómicos, los parlamentos regionales y, cerrando la clasificación, los partidos políticos.

Contrasta la valoración de la Monarquía con la de los partidos, protagonistas de la vida política de la nación. En abril de 2013, la Corona recibía 3,68 puntos, mientras que los partidos obtenían una nota de 1,83 puntos. Un año después, la Monarquía recibía 3,72 puntos y los partidos, 1,89. La Monarquía se encuentra entre las mejor valoradas, tras militares, policías nacionales y guardias civiles, los medios y el Defensor del Pueblo. Sin embargo los partidos siguen en el último lugar de las instituciones. Recordemos que nuestra Constitución reconoce un papel protagonista a los partidos políticos como expresión del pluralismo político, manifestación de la voluntad popular e instrumento fundamental para la participación política. Por lo tanto, más allá de las valoraciones numéricas –muy parcas por lo general en los últimos tiempos a todas las instituciones–, hay que hacer hincapié en la posición que ocupa entre las 16 instituciones evaluadas y en que en ningún momento ha dejado de estar en el grupo de cabeza. Esta valoración cualitativa nos acerca más a la realidad y nos permite abordar la valoración sin la interferencia propia de la crisis, que afecta a la confianza de la ciudadanía en todas las instituciones. No es faltar a la verdad ni a la prudencia afirmar que la Monarquía ha superado los peores momentos de la crisis manteniéndose en el grupo selecto de instituciones nacionales más apreciadas por el pueblo español. Desde luego que ha bajado 1,5 puntos en los últimos cuatro años, pero no ha dejado de ocupar un lugar de privilegio, y esta circunstancia no se ha tenido en cuenta, dando interesadamente más importancia al recorte de puntos, que al mantenimiento de su posición entre las instituciones más queridas por los españoles.