La investidura de Sánchez
El gabinete de Sánchez: «A algunos que ya se ven ministros no les va a sonar el teléfono»
Será un Gobierno paritario, «con sorpresas» y perfiles solventes del PSOE e independientes
Será un Gobierno paritario, «con sorpresas» y perfiles solventes del PSOE e independientes.
Tras las oportunas fotos para inmortalizar el momento, lo primero que hizo Pedro Sánchez tras ser designado flamante presidente del Gobierno fue reunirse a puerta cerrada con su núcleo duro en el Congreso para comenzar a trazar la composición de su futuro gobierno. Por la mañana, durante el debate de la moción de censura, su jefe de Gabinete estudiaba escrupulosamente el BOE para empaparse de los plazos que conlleva el proceso, a pesar de reconocer lo desconcertante de la «excepcionalidad» del mismo. Tras varias horas reunidos, algunos de quienes le acompañaban en esa reunión, se trasladaron a la sede de Ferraz para comenzar a pilotar el traslado a Moncloa. Mientras, Sánchez se tomaba la tarde libre para comenzar a cuadrar el baile de nombres.
La base del gabinete de Sánchez será un ejecutivo paritario, abierto a «sorpresas» y con perfiles «solventes» del PSOE e independientes. Desde el círculo del secretario general se advertía: «A algunos que ya se ven ministros no les va a sonar el teléfono». Se refiere a los dirigentes más fieles al secretario general, que se creían con el monopolio del líder y tendrán que ver ahora como el nuevo presidente amplía considerablemente su círculo de influencia. «Pedro se rodeará de perfiles solventes, aunque luego busque acomodo a los más fieles en otros puestos de relevancia institucional», comenta un dirigente. Sánchez podría inspirarse en el esquema del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y colocar a una mujer al frente de la vicepresidencia del Ejecutivo, como ocurrió con María Teresa Fernández de la Vega. A quienes ayer se preguntaba, preferían o bien descartarse directamente o bien dejar la respuesta en el aire a la espera de la oferta de Sánchez. «Yo estaré donde mi partido quiera que esté», señalaba enigmática una integrante de la actual Ejecutiva.
Se da por hecho que Sánchez no descabezará el partido. A pesar de que José Luis Ábalos haya ganado enteros como ministrable en los últimos días, su labor imprescindible como interlocutor con las federaciones socialistas es muy apreciada dentro del PSOE, lo que podría frenar su salida hacia Moncloa. Sí suenan con fuerza otros nombres que podrían abandonar Ferraz como el de Carmen Calvo. La que fuera ministra de Cultura y actual secretaria de Igualdad del PSOE ha llevado la negociación del 155 con el Gobierno y ha sido designada como portavoz autorizada en los últimos meses. También Margarita Robles, magistrada y actual portavoz en el Congreso, o la diputada catalana Meritxell Batet están en las quinielas, aunque ellas se descarten en privado. La dirigente catalana sería una «perfecta» interlocutora en la crisis territorial.
Antes de las elecciones de 2016, el líder socialista presentó un «gobierno en la sombra» que podría dar pistas sobre los perfiles que encajan en el equipo de dirección de Sánchez, entre ellos estaría el ex ministro de Zapatero Jordi Sevilla para afrontar la cartera de Economía. También suenan Josep Borrell o Patxi López para volver a asumir responsabilidades de primer nivel.
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