El Gobierno fija la exhumación de Franco el 10 de junio sin la certeza de poder acometerla

El Supremo podría suspender su ejecución y otro gobierno modificar la norma para que se quede en el Valle de los Caídos

El Gobierno ha fijado vía acuerdo del Consejo de Ministros la fecha para exhumar a Francisco Franco del Valle de los Caídos. Será el próximo 10 de junio y el enclave previsto para la reinhumación de los restos es el Cementerio de Mingorrubio en El Pardo, cuyo Panteón -en el que ya descansan los restos de Carmen Polo- es de titularidad estatal.

De este modo, el Ejecutivo concluye el procedimiento y cumpliendo con sus atribuciones fija fecha y lugar, aunque no tiene la certeza de que la exhumación llegue finalmente a producirse. En primer término porque en Moncloa asumen que el Supremo se pronunciará antes del 10 de junio y podría aceptar las medidas cautelarísimas que pide la familia del dictador para paralizar la exhumación. No obstante, el Gobierno confía en que éstas finalmente no se aceptarán porque el “expediente es impecable” y porque “no existe un daño irreversible” para la familia. En este punto, fuentes gubernamentales esgrimen el precedente del general Sanjurjo en Pamplona, cuya exhumación fue revertida a posteriori por un tribunal.

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Si el Gobierno logra salvar el escollo judicial, podría enfrentarse a otro político aunque de menor dimensión. Moncloa ha fijado la exhumación en junio “para que no intervenga en los múltiples procesos electorales y quede al margen de las campañas”, pero este hecho podría provocar que el 10 de junio haya un gobierno de distinto signo que quiera impugnar la exhumación. La vicepresidenta aseguró que la “decisión mientras sea legal tendrá que ser acatada por cualquier gobierno”, pero dejó la puerta abierta a que este nuevo ejecutivo “modifique” la norma para asegurar que se mantenga en el Valle de los Caídos. Sin embargo, por tiempos, es poco probable que en esa fecha haya un nuevo ejecutivo de distinto color al de Sánchez.

Carmen Calvo ha defendido que “lo urgente” es exhumar a Franco porque su presencia en la Basílica “perturba” que el Valle de los Caídos sea un lugar de memoria y recuerdo a las víctimas que sí perecieron en la contienda. Calvo se ha mostrado molesta por la tardanza en resolverse el procedimiento y ha considerado que este se ha debido al “variopinto registro de recursos” por parte de la familia, que ha dificultado una resolución breve del asunto.