Ana Pastor
El Gobierno de Sánchez «feminiza» el protocolo ante el Rey
Por primera vez en democracia, todo un Gobierno promete, no jura, su cargo ante el Jefe del Estado y sin símbolos religiosos. Trece de los diecisiete elegidos asegura guardar el secreto de lo que se delibere en el «Consejo de ministras y ministros»
Por primera vez en democracia, todo un Gobierno promete, no jura, su cargo ante el Jefe del Estado y sin símbolos religiosos. Trece de los diecisiete elegidos asegura guardar el secreto de lo que se delibere en el «Consejo de ministras y ministros»
El acto protagonizado esta mañana en el Palacio de la Zarzuela por los ministros elegidos por Pedro Sánchez para prometer su cargo ante el Rey se ha convertido en una reivindicación feminista. Si el nuevo jefe del Ejecutivo ha dejado claro que su Gobierno estará marcado por el “empuje” de la presencia femenina en el ámbito laboral al nombrar 11 mujeres responsables de las distintas carteras ministeriales, hoy 13 de los 17 ministros han asegurado guardar el secreto de las deliberaciones que tengan lugar en el “Consejo de ministras y ministros”. Apenas el titular de Asuntos Exteriores, Josep Borrel; la de Justicia, María Dolores Delgado; el de Fomento, José Luis Ábalos y la de Economía, Nadia María Calviño, han optado por la fórmula tradicional de aglutinar a todos en un único concepto de ministros.
Dentro de las novedades, también por primera vez en la historia de la democracia no ha habido ningún símbolo religioso sobre la mesa del salón de audiencias donde ha tenido lugar el acto. Desde la proclamación de Felipe VI la Corona ha abierto la posibilidad de que cada político tenga la libertad de elegir, y en este caso todos han compartido la misma decisión. El sábado pasado ya Sánchez se convirtió también en el primer presidente en hacerlo así. Ha llamado la atención que tampoco ninguno ha jurado el cargo, uno a uno lo han ido prometiendo con la mano derecha sobre la Constitución. Una declaración de intenciones respecto a la política del Gobierno en materia religiosa, ya que el secretario socialista siempre ha sido partidario de retirar la educación religiosa de los colegios públicos, entre otras iniciativas.
Los primeros en llegar al salón de audiencias han sido Pedro Sánchez, junto con la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y los representantes de los distintos poderes del Estado. Los periodistas le han preguntado al nuevo presidente si estaba menos nervioso que durante su promesa, a lo que él ha respondido que sí. “Ahora no soy yo, son otros”.
Al término, uno a uno han ido saludando al Rey. Se ha apreciado una buena sintonía entre Don Felipe y Borrel, ya que han tenido relación desde que el Rey era un niño. “Encantado de verte”, le ha dicho, a lo que el nuevo responsable de Exteriores ha respondido: “Gracias, no me lo esperaba”.
Una de las anécdotas de la mañana la ha marcado la foto de familia, ya que tanto el Rey como Pedro Sánchez destacan por su altura, y los ministros de detrás han protestado entre risas. “Hay que elevar la tarima de detrás”, ha resuelto el Monarca.
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