El Gobierno defiende su gestión “absolutamente diligente y eficaz” de la polémica de los lazos amarillos

La polémica de los lazos amarillos ha puesto de manifiesto una vez más la actitud condescendiente del Gobierno con el independentismo.

La polémica de los lazos amarillos ha puesto de manifiesto una vez más la actitud condescendiente del Gobierno con el independentismo. El Ejecutivo ha descargado toda la responsabilidad de una eventual respuesta punitiva contra Quim Torra por su desobediencia en la Junta Electoral Central (JEC). Quizá conscientes del vacío que ha sido ocupado por los partidos de la oposición (PP y Ciudadanos), la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha defendido esta mañana desde la mesa del Consejo de Ministros el proceder del Gabinete, asegurando que no ha existido “ninguna pasividad”. Celaá ha calificado como “absolutamente diligente y eficaz” el papel del Ejecutivo y ha señalado que es a la JEC a la que le corresponde asegurar la “neutralidad política” como el órgano competente y que rige en el periodo de campaña por encima de las siglas partidistas.

La portavoz ha asegurado que, a través de la Delegación del Gobierno, se ha cumplido con la aportación de información exigida por la Junta Electoral Central, cumpliendo con la legalidad y con “eficacia en sus informes”. A esto, creen en Moncloa que se reduce su aportación a la causa de los lazos amarillos y se preguntan si aquellas fuerzas políticas que reiteradamente les piden una intervención “no sabrán, a caso, que en realidad lo que están pidiendo es una injerencia”. Celaá ha defendido que se actúe ahora y no se haya hecho antes, porque “tenemos que diferenciar un momento electoral en el que la neutralidad política tiene que estar estrictamente garantizada, de otros momentos precedentes” y ha criticado que en la anterior convocatoria electoral, bajo el mandato de Mariano Rajoy, “había lazos y no pasó nada”, en alusión al doble rasero de la derecha que se comporta de forma diferente cuando está en el Gobierno y cuando está en la oposición. En todo caso, en Moncloa se felicitan de que el presidente de la Generalitat haya obedecido la resolución de la Junta Electoral Central y haya retirado los lazos, algo que “debería de haber hecho desde el primer día”.

Sobre el tirón de orejas de la JEC al Gobierno por utilizar la cuenta de Twitter de Presidencia para atacar a la oposición, Celaá se ha defendido alegando que ese mensaje se publicó en un momento de “linde” o “frontera” entre lo que era periodo electoral y lo que no y ha asumido que el Ejecutivo “atiende” a los “principios de legalidad” que marca la Junta Electoral y distingue claramente lo que se puede publicar en una cuenta oficial y una cuenta personal. En Moncloa siguen “a disposición” de todo lo que decida la JEC.