Política

El desafío independentista

El Parlament debate el lunes el formato de la consulta

La movilización independentista de la reciente «vía catalana» ha atado a Mas a la consulta soberanista en 2014
La movilización independentista de la reciente «vía catalana» ha atado a Mas a la consulta soberanista en 2014larazon

Impulsado desde la calles y carreteras de Cataluña mediante la «vía catalana hacia la independencia», el proceso soberanista regresa este lunes al Parlament para escuchar las explicaciones de uno de los principales asesores de Artur Mas en el camino hacia el estado catalán. Carles Viver Pi-Sunyer, presidente del consejo asesor para la transición nacional y ex magistrado del Tribunal Constitucional, comparecerá ante la comisión del derecho a decidir para detallar las conclusiones del informe que su organismo ha realizado para explorar las vías legales que pueden permitir la celebración de la consulta. Su comparecencia será importante, sobre todo, para que el Govern de CiU pueda demostrar que el proceso soberanista avanza sin freno, tal y como exigen ERC y la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que empujan con más intensidad la secesión catalana.

Las soluciones legales para celebrar la consulta soberanista que plantea el consejo asesor para la transición nacional son conocidas. La primera consiste que el Estado se encargue de convocar un referéndum sobre el futuro político de Cataluña, la segunda en que el Estado delegue esta competencia a la Generalitat, la tercera en aplicar una ley de consultas que aprobó el tripartito pero que impugnó el Gobierno, la cuarta en que la votación se convoque al amparo de una nueva ley de consultas populares que tramita el Parlament y la última en reformar de arriba abajo la Constitución.

Si ninguna de estas fórmulas prospera, Viver Pi-Sunyer considera que es legítima la independencia unilateral. «Muchas veces estos procesos se acaban por vías al margen de la legalidad, por la vía del hecho consumado», reflexionó el jurista cuando dio a conocer su informe. De esta manera, se refirió a la vía kosovar consistente en una declaración unilateral de independencia aprobada por su parlamento.

Mas, por el momento, no plantea llegar tan lejos. Sin embargo, la cadena humana ha desatado una cadena de presión. La ANC, organizadora de la Vía Catalana, trasladó al Govern que no dé un paso atrás en su compromiso de celebrar una consulta soberanista con una pregunta clara y en 2014. Mas confirmó que ha recibido el mensaje y transmitió la presión al Gobierno para que abandone el inmovilismo y se avenga a negociar. A su llegada a la entrega del Premio RBA de Novela Negra, invitó a Mariano Rajoy a convocar una consulta para saber cuál es el apoyo real a la independencia de Cataluña.

Era una respuesta a la primera reacción del Gobierno, que para rebajar la euforia soberanista alegó que su responsabilidad es velar también por las libertades y derechos de «la mayoría silenciosa» que no participó en la cadena humana independentista. Mas avisó a Rajoy de que no puede dar la espalda a la exhibición de fuerza del independentismo catalán que reclama la consulta para 2014. No se entendería que se quede de brazos cruzados ni que utilice la Constitución como escudo para escurrir el bulto, argumentó el president de la Generalitat, que pese a ser uno de los máximos beneficiados del éxito de la Vía Catalana, porque le da fuerza para exigir a Madrid que deje de hacerse el sordo, también se enfrenta a la presión de gestionar al tsunami soberanista que él mismo ha regado.

ERC a quien también iba dirigido el mensaje de la ANC, eligió una postura cómoda y se postuló como guardián del Govern. La secretaria general de ERC, Marta Rovira, exigió «lealtad» al gobierno catalán y les instigó a atender las reclamaciones del pueblo catalán y fijar ya la fecha de la consulta prevista para 2014. El PSC, que no participó en la vía catalana, se sumó en cambio a la cadena de presión. El portavoz del grupo parlamentario del PSC, Maurici Lucena, reclamó al PSOE que «se mueva aún más» para atender la demanda legítima del pueblo catalán para hacer una consulta sobre su futuro político.