País Vasco
El PNV y el PSE darán a Bildu los datos fiscales de Vizcaya
Bildu es el beneficiario indirecto del acuerdo rubricado en el Parlamento vasco por el PNV y el PSE.
Bildu es el beneficiario indirecto del acuerdo al que llegaron ayer en el Parlamento vasco el PNV y el PSE, que será ratificado el lunes de la próxima semana por el secretario general del PSE, Patxi López, el presidente de la ejecutiva del PNV de Vizcaya, Andoni Ortuzar, y el lendakari Iñigo Urkullu. Frente a la autonomía fiscal de cada una de las diputaciones vascas, que defendía el PNV antes de iniciar la negociación con el PSE, el acuerdo traslada al Parlamento vasco el debate sobre las líneas básicas de la fiscalidad vasca y de la lucha contra el fraude y, lo que es clave, ya que supone un cambio radical de la posición del PNV, acuerda la interconexión informática en tiempo real de las bases de datos tributarias de las tres haciendas vascas.
El PNV y el PP defendían conjuntamente hasta ahora que las haciendas de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava no contaran con un intercambio automático de datos fiscales. El motivo principal es la utilización de esos datos por parte de la Diputación de Guipúzcoa, gobernada por los proetarras de Bildu. Sin embargo, el PNV ha cedido a las presiones del PSE, que ya había llegado a acuerdos con Bildu en materia fiscal en los últimos tiempos del mandato de Patxi López como lendakari. A pesar de las cesiones del PNV, es este partido el más satisfecho públicamente del acuerdo, que no se presenta como de estabilidad o de legislatura, pero que permite a Iñigo Urkullu seguir gobernando en solitario hasta 2016. Desde el PSE, la portavoz de la ejecutiva del partido, Idoia Mendía, insistía en que «no es un acuerdo para salvar al PNV», sino a favor de la sociedad vasca. La actitud del PSE recuerda a la que mantuvo este partido tras firmar el acuerdo con el PP para llegar a Ajuria Enea en la pasada legislatura. Da la impresión de que se avergüenzan de actuar como sostén del PNV, lo mismo que se avergonzaron de apoyarse en el PP para gobernar el País Vasco. Los nacionalistas, sin embargo, están satisfechos de un trato que, como definió ayer Joseba Egibar, «es fruto de la paciencia política». El acuerdo consiste en un impulso de la economía productiva y de la creación de empleo, con un plan de reactivación económica y de empleo entre 2014 y 2016 que contará con 6.290 millones de euros, 5.470 del presupuesto ordinario y 550 millones que provendrán del aumento de la recaudación por la reforma fiscal que contempla el acuerdo.
El acuerdo, según los firmantes, está abierto a otros partidos, observación destinada al PP, que gobierna la Diputación de Álava, y a Bildu, que lidera la de Guipúzcoa. Pero el acercamiento en materia fiscal de ambos partidos es casi imposible.
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