Política

Acoso a los políticos

El político debate en otros foros

La Razón
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Es preocupante el auto que archiva el asunto del escrache ante el domicilio de la vicepresidenta del Gobierno por la tesis que parece apuntarse: como los políticos están más expuestos a la crítica que el resto de los ciudadanos, su vida privada puede ceder también ante los colectivos de protesta en la puerta de sus domicilios o cuando actúan como particulares, y ello en aras del interés del debate de las ideas políticas. El derecho de manifestación es un derecho primerísimo en un sistema democrático protegido por los textos internacionales y la CE en el art. 21. Debe garantizarse, lo que también significa que no puede desnaturalizarse. Cualquier reunión en vía pública no es ejercicio legítimo del derecho de manifestación, que tiene sus elementos definitorios (el sujeto, el lugar, la transitoriedad y la licitud del fin) y exigencias impuestas por la ley. Una es la comunicación previa a la autoridad, que, por cierto, en el caso de los escraches, no suele observarse. Nacen éstos así marginándose del ordenamiento jurídico. Otra particularidad de este nuevo modo de protesta es que singulariza un sujeto pasivo y paciente por su pertenencia a un colectivo, el de los políticos, o en particular a su condición de cargo público, con la intención de forzar su decisión política. Que la protesta sea frente al domicilio particular o en momentos de su vida privada la convierte en una situación desproporcionada: el individuo frente al grupo. Sólo ese elemento le da a la situación un alcance intimidatorio que puede llegar a condicionar la licitud del fin.

La vida privada y familiar del político tiene una exposición superior a la críticas, pero éstas, en su mensaje y en sus formas, tiene límites. Lo mismo que la libertad de expresión no incluye el derecho al insulto, tampoco cabe la invasión de la privacidad y del ámbito familiar mediante la presión directa en la puerta de sus domicilios. En estos espacios de su vida, prima de la dimensión personal y particular del sujeto, pues no se encuentra en el ejercicio de su actividad pública.

El político debate en otros foros, pero no en su domicilio. ¿Por qué extender el debate público al momento en que está retirado en su cuarto de estar o su cocina? No tiene lógica.