Fiscalía Anticorrupción
El PP espera que sirva para frenar la campaña contra Rajoy
Cierra la «era Moix» con buenas palabras, pero admite en privado su decepción
Cierra la «era Moix» con buenas palabras, pero admite en privado su decepción.
Gobierno y PP confían en que la dimisión del fiscal jefe Anticorrupción, Manuel Moix, sirva para cortocircuitar la campaña de la oposición contra la Fiscalía y contra Mariano Rajoy. Después de semanas de dura confrontación política y parlamentaria con este asunto como bandera, en medios populares esperan que la salida de Moix reduzca la presión contra el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, aunque éste siga adelante «con la reformas que provocaron la rebelión fiscal contra Moix». «Aquí ha habido una operación de caza contra Moix, se ha ido a matarle, pero él tenía un punto débil que les ha facilitado muchísimo su operación», sentencian en medios populares. La dirección popular cerró ayer la etapa de Moix con buenas palabras hacia su carrera profesional, aunque fuera del circuito oficial no oculten su decepción por su «falta de transparencia». Pero de puertas hacia afuera todo fueron gestos de conciliación con quien hasta el miércoles era una persona de su confianza. «Éste es un asunto completamente zanjado», sentenció ayer el coordinador general del PP, Fernando Martínez Maíllo, antes de arremeter contra las «maniobras» de la oposición para sacar rédito político de esta situación apuntando contra el fiscal general del Estado y del ministro de Justicia, Rafael Catalá. «En cuanto hay una polémica, algunos tratan de sacar rédito político, pero ésta es una cuestión que afecta exclusivamente a la Fiscalía y donde el Gobierno no tiene nada que decir», sentenció el «número dos» del PP.
La dirección popular se desvincula de la caída de Moix y al mismo tiempo también siguen siendo el único partido que le despide con elogios a su trayectoria profesional. «Nadie cuestionará que Moix ha hecho como fiscal un gran servicio a este país, y lo tiene que seguir haciendo, como hay tantos fiscales en España que lo hacen con los normalidad», defendió Maíllo. En la misma línea se manifestó el ministro de Justicia, quien incidió en que es sólo una «decisión personal» y que no ve «ningún motivo de legalidad para promover su cese más allá de la renuncia personal». Cierre de filas, por tanto, aunque en segundos niveles se entendiera que su situación era «absolutamente insostenible».
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