CDC

El presidente del 0,53276%

La Razón
La RazónLa Razón

El PDeCat, las siglas bajo las que se esconde Convergència, ha tenido que realizar un esfuerzo logístico importante para congregar a 40.000 personas en Barcelona. Días de preparación y una flota de autobuses que han recorrido toda Cataluña. La provincia de Barcelona cuenta con 5.523.000 habitantes y el conjunto de Cataluña suma 7.508.106 habitantes. Los que se manifestaron no lo hicieron de forma espontánea, sino que es el fruto de una operación diseñada y financiada. Los que respaldaron a Mas únicamente se representan a sí mismos, no a Cataluña. Todos sabemos que sin esta puesta en escena, los que hubiesen acompañado al TSJC hubiesen sido bien pocos. Los que «tomaron» ayer las calles tan sólo suponen el 0,53276% de los catalanes.

Sólo los totalitarismos ponen en valor las masas en detrimento de las urnas. Cataluña habló el 25 de septiembre de 2015 y se constató que las políticas de Mas habían dejado partido en dos al pueblo catalán. La miopía política de los nacionalistas conservadores catalanes quedó demostrada al seguir en su empeño destructivo. Los herederos de Pujol han creado esta situación y son ellos los que deben volver sobre sus pasos y llegar al punto de ruptura de 2011.

El resultado de las urnas del 25-S de 2015 fue de 1.966.508 votos a las candidaturas que defendían la independencia y de 2.079.760 de los contrarios a la misma. Con semejante fractura social, Mas continuó su huida hacia adelante. La consigna inicial era tapar la corrupción de décadas de gobierno de CiU con distracciones tácticas como la independencia. Pero Mas le ha fallado a Pujol. Artur no ha sido capaz de salvar a Convergència, la criatura política de Pujol. Finalmente, el nacionalismo conservador catalán se ha quedado sin sus dos iconos fundamentales: Pujol y CDC. En algún salón de la sede central de ERC debe haber una placa dedicada a Mas, no por sus proezas, sino más bien por sus torpezas, con una dedicatoria que diga algo así «Gracias, Artur, sin ti no lo hubiéramos conseguido jamás». ¿Quién iba a imaginase hace sólo seis años que ERC diese el sorpasso a los convergentes?. En las generales de 2011, ERC obtuvo 257.000 votos y CiU, 1.016.000. En las elecciones de 2016, ERC sumó 632.000 votos, frente los 483.000 de los convergentes.

A nivel autonómico, ERC obtendría hoy 959.000 votos, frente a los 589.000 de Puigdemont (encuesta de NC Report para LA RAZÓN de diciembre de 2016). En las elecciones autonómicas de 2015, los convergentes ya no acudieron en solitario a las urnas por no quedar por detrás de ERC y perder así el liderazgo del procés, y se unieron a ERC bajo las siglas electorales de Juntos por el Sí. Las últimas elecciones autonómicas en las que CiU se mantuvo como primera fuerza política fueron las de 2010, en las que recibieron 1.198.000 votos y ERC sumó 218.000. Fueron las últimas elecciones al Parlamento de Cataluña con CiU como fuerza más votada. Se ponía fin a un ciclo comenzado en 30 años antes, en mayo de 1980. CiU estaba sentenciada. Mas pasará a la historia como un títere del clan Pujol. Jordi promocionó a Artur, primero como consejero entre 1995 y 2000, y a partir de 2001 como Conseller en Cap (Consejero Primero del Gobierno de la Generalitat de Cataluña), cargo creado en la Generalitat de Cataluña durante la II República Española y que equivaldría al de primer ministro en las repúblicas presidencialistas.