El primer A400M del Ejército del Aire supera el vuelo de prueba

El avión de transporte tiene como destino la base aérea de Zaragoza, concretamente el Ala 31, donde según se reciban las demás unidades adquiridas por nuestro país (27, de las que sólo se quedará con 14), sustituirán a los Hércules y a los Boeing 707.

Eran las 15:25 horas del lunes cuando el primer avión de transporte Airbus A400M que recibirá el Ejército del Aire despegaba desde Sevilla para realizar su primer vuelo de prueba. Tres horas y 45 minutos después, el considerado como el Rolls Royce de los aviones de transporte militar, regresaba sin problemas a la Línea de Ensamblaje Final que la compañía tiene en el aeropuerto sevillano de San Pablo. Un hecho, tal y como confirmó Airbus en un comunicado, que supone “un paso definitivo para su entrega, prevista para las próximas semanas”.

El piloto responsable del vuelo, Nacho Lombo, comentó tras el aterrizaje que “ha sido un placer volar este avión” y se mostró convencido de que “su combinación única de capacidades estratégicas y tácticas tendrá un efecto transformacional para las operaciones de movilidad aérea del Ejército del Aire.

El avión, con número de serie “MSN44” y cuya matrícula será “T-23-01”, tiene como destino la base aérea de Zaragoza, concretamente el Ala 31, donde según se reciban las demás unidades adquiridas por nuestro país (27, de las que sólo se quedará con 14), sustituirán a los Hércules y a los Boeing 707.

El pasado 30 de junio, el ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, visitó la factoría sevillana en la que se ensambla este moderno avión de transporte y confirmó que sería en la segunda quincena de septiembre cuando se realice la primera entrega. Tras ésta, en 2017 llegarán otras 4 unidades; en 2018, 5 y en 2019, 4.

A partir de 2024 llegarán los últimos 13, los que se destinarán a la exportación. Un calendario de entregas que ha tenido que ir modificándose debido a los numerosos problemas técnicos que ha sufrido el avión y que tuvieron su episodio más trágico el 9 de mayo de 2015, cuando un A400M en pruebas se estrelló en Sevilla por la congelación de la potencia de tres de sus motores, lo que causó la muerte de cuatro trabajadores de la compañía.