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El Príncipe condecora al último héroe fallecido en Afganistán
La familia pide la «más estricta intimidad» en el entierro del sargento Fernández Ureña, que tendrá lugar en Granada
En «la más estricta intimidad», a petición de sus familiares, recibirán hoy sepultura en el cementerio municipal de San José (Granada) los restos mortales del sargento David Fernández Ureña, a quien posteriormente se rendirá un homenaje al que asistirá el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado. Ayer, en otra emotiva ceremonia celebrada en el acuartelamiento Sangenis, sede del Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros número 12, el Príncipe de Asturias impuso, a título póstumo, la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo al suboficial asesinado el viernes en Afganistán con una bomba de fabricación casera (IED) cuando intentaba desactivarla durante una patrulla de reconocimiento en la ruta OPAL.
Al inicio de las honras fúnebres, Don Felipe se acercó a dar el pésame a la madre, los hermanos y la novia del sargento Ureña, que estaban acompañados por familiares, amigos y compañeros del militar.
En su homilía, el arzobispo castrense, monseñor Juan del Río, definió a David Fernández Ureña como «una persona valiente», al tiempo que destacó el importante trabajo por la paz que realizan las Fuerzas Armadas españolas en las misiones internacionales en las que están desplegadas. «Los que trabajan por la paz, nunca mueren», dijo tratando de dar consuelo a la familia.
Del Río lamentó la muerte inesperada del sargento, de quien destacó su «buen corazón y vocación» y su entrega como militar, para quienes –dijo– la muerte «no es un tabú», ya que han sido educados para asumir su propia entrega como precio de la seguridad, la libertad y la defensa de su país que hoy, en la complejidad de la globalización, se juega a muchos kilómetros de distancia.
Tras la misa, el Príncipe se acercó al féretro, cubierto por la bandera de España, e impuso al suboficial fallecido, a título póstumo, la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo. Un distintivo que se concede a aquellas personas que, con valor, hayan realizado acciones, hechos o servicios eficaces en el transcurso de un conflicto armado o de operaciones militares, informa Efe.
Ureña, de 35 años y natural de Bilbao, era especialista en defensa NBQ (nuclear, biológica y química) y desactivación de artefactos explosivos. Ingresó en el Ejército en 2000, y desde 2008 estaba destinado en el Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros de Zaragoza. En 2009 participó por primera vez en la misión de Afganistán –ésta era su segunda rotación– por lo que fue condecorado con la medalla de la OTAN-ISAF.
Durante la ceremonia, los compañeros de David Fernández cantaron la tradicional «La muerte no es el final» mientras su madre y su novia recibieron con emoción, de manos del coronel del Regimiento, la bandera que arropó su féretro y la boina del sargento. Las honras fúnebres finalizaron con un homenaje a los miembros de la Fuerzas Armadas que dieron su vida por la Patria.
Al acto asistió, en representación del Gobierno, el ministro de Defensa, Pedro Morenés. También acudieron la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi; el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch; el jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante Fernando García Sánchez, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Jaime Domínguez Buj, entre otras autoridades civiles y militares.