Lucha contra ETA
El PSE se reunirá con los verificadores del entorno etarra
Los socialistas están en la agenda de los contactos que mantendrán en el País Vasco los miembros de la Comisión Internacional de Verificación nombrada por el entorno etarra para certificar el cese efectivo de los atentados de la banda terrorista tras su anuncio de «alto el fuego definitivo» realizado en octubre de 2011 y el desarme previsto, pero que no llega, por mucho que cada vez que los miembros de esta comisión aterrizan en el aeropuerto de Bilbao se alimenten expectativas sobre pasos de ETA en esa dirección.
La primera vez que Ram Marikkalingan y su equipo viajaron al País Vasco, en enero de 2012, oficialmente no hubo contactos con el PSE, ni tampoco con el Gobierno vasco, con Patxi López en Ajuria Enea. Al año siguiente, sin embargo, la portavoz del PSE, Idoia Mendía, reconoció a posteriori que representantes de su partido, sin querer concretar más, se habían entrevistado con los verificadores internacionales y les habían traslado la opinión de que «ETA debe disolverse». Aquella segunda visita se produjo en enero de 2013 y los miembros del comisión se reunieron, además de con representantes del PSE, con el lendakari Iñigo Urkullu y con otros dirigentes nacionalistas, además de con representantes sindicales y de las patronales vascas.
No se dieron detalles concretos de esos encuentros, como tampoco se dan ahora, pero los socialistas, que antes escondieron la entrevista, ahora la consideran normal, mientras que el PP vasco y UPyD se han negado a mantener ningún contacto con los verificadores, ya que entienden que son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado quienes tienen que verificar que ETA no atenta o se desarma y no unas personas designadas por el entorno etarra.
Tras sembrar expectativas respecto a un «gesto» de ETA en relación con el desarme, sin especificar si se trata de un desarme parcial o total o simplemente de un anuncio de la banda terrorista, los miembros de la Comisión Internacional de Verificación han convocado para el viernes a las dos de la tarde una rueda de prensa en un hotel de Bilbao. Un montaje muy del estilo de la izquierda abertzale, recordando que en el último comunicado de ETA la banda terrorista dijo que en breve haría «aportaciones significativas para alimentar el proceso».
El Gobierno vasco espera «gestos efectivos y no simbólicos» por parte de ETA, según dijo ayer su portavoz, Josu Erkoreka, tras reconocer que el Ejecutivo ha mantenido en los últimos meses «relaciones fluidas» con el grupo de verificadores. El encuentro que mantendrá Ram Manikkalinghan, director de la Comisión Internacional de Verificación, con el lendakari, Iñigo Urkullu, pondrá broche a esos contactos, que se estaban produciendo ayer mismo.
Erkoreka explicó que el Gobierno vasco está «empujando y coadyuvando» para que «el desarme de ETA se produzca lo antes posible», pero no dio por seguro que el «gesto» de ETA hacia el desarme, que se especula con que será comunicado el viernes por los verificadores internacionales en Bilbao, sea algo definitivo, sino, más bien, un paso más del proceso. Por eso la insistencia del portavoz del Gobierno vasco en reclamar «gestos efectivos» y también la prudencia de «esperar el desenlace» del anuncio de los mediadores internacionales.
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