Guadalajara

El Rey honrará mañana a los fallecidos junto a sus familiares

El homenaje a los caídos del Día de las Fuerzas Armadas contará con ellos por primera vez.

La Razón
La RazónLa Razón

La celebración mañana del Día de las Fuerzas Armadas incluye una serie de novedades que van más allá de la presencia de más medios materiales o de que, después de años de austeridad, el desfile vuelva a salir de Madrid y tenga lugar en Guadalajara. Una de las últimas que se han conocido es que, durante el tradicional homenaje a los que dieron su vida por España, el Rey estará acompañado por familiares de militares fallecidos en acto de servicio, con los que depositará una corona de laurel. Serán seis y entre ellos habrá dos parientes de víctimas del Yak-42.

Así lo confirmó ayer el Ministerio de Defensa en un comunicado, en el que explica que tras el izado de la enseña nacional, Felipe VI honrará a los caídos acompañado de víctimas. Lo habitual es que sea el Monarca y capitán general de las Fuerzas Armadas el que, en solitario, deposite la corona de laurel, pero en esta ocasión el Ministerio de Defensa ha decidido que el Rey esté acompañado de esos seis representantes de los caídos.

En concreto, se trata de los familiares de los militares Juan Bonel Suárez, subteniente del Ejército de Tierra, y del sargento del Ejército del Aire Francisco Javier Cardona Gil, fallecidos en el accidente del Yakolev-42 de 2003; del teniente del Ejército del Aire, Saúl López Quesada, fallecido en el accidente del helicóptero de Búsqueda y Rescate de 2015 en el Océano Atlántico; del subteniente Juan Morales Parra, fallecido en el accidente del helicóptero «Cougar» de 2005 en Afganistán; y del capitán de navío Domingo Olivo Esparza y del cabo primero de la Guardia Civil Aurelio Salgueiro López, fallecidos como consecuencia de dos atentados de la banda terrorista ETA en 1993 y 1978, respectivamente.

Podría entenderse como una especie de guiño a los fallecidos –en especial a los del Yak 42– después de la resolución del Ministerio de Defensa en la que se reconocía la responsabilidad del Estado en la tragedia en la que perdieron la vida 62 militares españoles que regresaban de Afganistán.

Se trata del momento más emotivo de esta parada militar, en la que el silencio se adueña del lugar y únicamente lo rompen los militares mientras entonan «La muerte no es el final», el toque de oración y las salvas de fusilería. Y es el que cierra los actos previos al desfile, que arrancará con la pasada de los siete aviones de la «Patrulla Águila», que dibujarán la bandera de España en el cielo de Guadalajara.

En este acto estarán presentes, además de los Reyes, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal; el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general Fernando Alejandre; los jefes de Estado Mayor del Ejército (JEME), general Francisco Javier Varela; de la Armada (AJEMA), almirante general Teodoro López Calderón, y del Ejército del Aire (JEMA), general del Aire Javier Salto, y diversas autoridades civiles y militares.