Diplomacia
El Rey quiere con Trump «el mismo nivel de trabajo» que con Obama
Afirma que renunciar a la UE conduciría al «egoísmo» y a «nacionalismos enfrentados»
Una semana después de su investidura, Donald Trump fue protagonista ayer en el Palacio Real durante la recepción al nuevo cuerpo diplomático. Felipe VI, en un extenso discurso ante más de 250 invitados, instó a seguir «trabajando con la nueva Administración al mismo nivel de excelencia con que hemos venido haciendo hasta ahora». Una declaración de intenciones tras las recientes medidas adoptadas por el presidente de los Estados Unidos, como el cierre de la frontera con México o la eliminación del español de la web de la Casa Blanca. El Jefe de Estado, ante el encargado de negocios estadounidense, Krisrha Urs, que dirige la Embajada hasta que tome relevo el nuevo embajador, recordó los «vínculos históricos y culturales muy relevantes» entre ambas naciones, que él ha sentido en su piel en tierra estadounidense, como en septiembre de 2015, cuando el Monarca y el entonces presidente estadounidense, Barack Obama, utilizaron la misma expresión que Don Felipe ayer para definir sus relaciones bilaterales: «Excelentes».
Otro escenario sensible a «giros» políticos es la Unión Europea: tras la salida de Reino Unido y el avance de la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, en los sondeos ante las generales francesas. Coincidencia o inspiración, el Rey rescató ayer las recientes palabras del primer ministro francés, Manuel Valls, refiriéndose al «egoísmo» que crece en Europa. «El camino de retorno nos llevaría a una Europa egoísta y ensimismada», dijo, y apostó por «una mejor Europa». Para el Rey, cuyos discursos cuentan con la intervención del Gobierno, renunciar a la UE generaría el auge de «nacionalismos enfrentados», con más «fronteras y barreras a la prosperidad». Un lugar al que, según el Rey, «no queremos volver». En clave interna, Don Felipe, que habló ante la presencia del nuncio del Vaticano en España, Renzo Fratini, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, tuvo unas palabras de reconocimiento hacia los ciudadanos españoles tras el bloqueo político. «Los españoles podemos sentirnos orgullosos, pues en las mayores dificultades nuestra sociedad ha sabido dar muestras de madurez», aseguró. A escasos días de que el líder de la Generalitat haya viajado a Bruselas para defender su plan secesionista, recordó que España es una nación «integradora de su diversidad y pluralidad». Concepto refrendado por el nuncio, quien defendió «la identidad común específica de España».
Previamente a su discurso, los Reyes saludaron uno a uno a todos los invitados, entre los que 90 eran los nuevos embajadores. La línea de saludos fue un atractivo desfile de distintos modelos y estilos según la procedencia del país, como el pastoril de la embajadora de Lituania, o el largo, colorido y abombado de las mujeres de los embajadores coreanos. El Rey se refirió a la lacra internacional que afecta a todas las naciones: el terrorismo. «Nuestro homanaje a las víctimas y a sus familias es nuestra firme determinación para seguir luchando», aseguró. Ofensiva en la que España «ha dado siempre muestra de su compromiso invariable». El Rey abordó los puntos internacionales más importantes, como las guerras que afligen a Oriente Medio o «la dignidad» de los refugiados, con quienes «debemos hacer más».
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