Política

Conferencia Política PSOE

Empieza la cuenta atrás de Rubalcaba y se abre el tiempo de los aspirantes

Tomás Gómez se felicita al menos por haber «orientado la brújula» de las primarias

José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González, ayer
José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González, ayerlarazon

Salieron mejor de lo que esperaban cierto. «Más fuertes y más unidos y a punto de dejar la travesía del desierto». En esta reflexión coincidieron muchos. Y es que algunos barones pretendieron echar al secretario general un pulso para forzar un compromiso público sobre el calendario de primarias, y lo perdieron. Unos, como Emiliano García-Page o Guillermo Fernández Vara se apearon a tiempo, y sólo uno fue señalado. Tomás Gómez, el secretario general del PSM, volvió a fracasar en su intento de poner día y hora al adiós de Rubalcaba

Y mira que le avisaron: «Habla con Alfredo», le recomendó un barón. «No te empeñes en un imposible», le advirtió otro. «No me utilices como escudo», le afeó uno más. El caso es que el madrileño obvió comentarios y consejos hasta que el vicesecretario general del PSOE-A, Mario Jiménez, tuvo que convocar a los periodistas el sábado por la noche para avisarles de que alguien estaba usando el nombre de Andalucía en vano y que la federación andaluza ya había dicho, por boca de Susana Díaz en el discurso de la mañana, dónde y con quién estaba de momento: en la estabilidad orgánica hasta que pase su congreso y con Rubalcaba, de momento.

Fue así como el barón más díscolo de cuantos haya hoy en el PSOE se volvía a quedar sólo como se quedó en aquel Consejo Territorial en el que clamó por un congreso extraordinario. Él niega la mayor, y puede que le asista la razón, porque defiende que son legión los que en el PSOE quieren acabar ya con la crisis de liderazgo e inaugurar un nuevo tiempo con un candidato ya elegido para las generales. El problema es que él lo dice y otros lo callan. Y por eso se felicitaba al menos por haber «orientado la brújula».

La brújula, responden desde la dirección, siempre estuvo orientada porque hace semanas, y así lo adelantó LA RAZÓN, que se había decidido tras la Conferencia Política consultar a todos los barones sobre la fecha más adecuada para las primarias y llevar un calendario al Comité Federal. Y no precisamente por el deseo de la dirección, experta en la dilación de plazos, sino porque así se lo había pedido Andalucía, que, como todo el mundo sabe, es quien tiene la llave de los tiempos y quien puede con su fuerza orgánica voltear el rumbo.

La pregunta, en todo caso, tras esta Conferencia de las ideas es ¿y ahora qué? Pues queda saber cuándo empieza la competición y si Rubalcaba será o no candidato, que parece que no, ya que salió con el convencimiento de que empieza su cuenta atrás. Ya hemos dicho que la dirección se ha comprometido a llevar al próximo Comité Federal –que estará, seguro, más cerca de la segunda semana de enero que de la segunda de diciembre– un calendario completo de primarias para que sea allí aprobado. Antes, Rubalcaba hará una ronda de consultas con secretarios generales y con aspirantes. La fecha que más suena es otoño de 2014, y no el primer semestre como quería Gómez. La pelota está en el máximo órgano entre congresos del PSOE, que sin duda pondrá en el escaparate a los aspirantes.

La incógnita entonces será si jugará o no Carme Chacón, si Eduardo Madina dejará de conjugar el gerundio («me lo estoy pensando»), si Rubalcaba ha tomado nota del sentir general y se va; si Patxi López competirá vaya quien vaya o si Page y Gómez también aspiran a algo.

De momento, ayer, todos cautos. La catalana regresó a su retiro de Miami –tenía el vuelo a las cuatro de la tarde– y, según comentó a este diario, volverá para el Comité Federal, pero tiene intención de seguir dando clases en la universidad americana que la contrató hasta que acabe el curso. El secretario general de los vascos es el que parece más lanzado y no para en la búsqueda de apoyos, aún sin conocer el calendario. Se cuenta que tiene con él a todo el viejo testamento del PSOE, incluido Felipe González. ¿Y Madina? El joven diputado vasco sigue escuchando a quienes le llaman, le escriben y le empujan a dar el paso. Cuidado con los apoyos y las precipitaciones, que unos y otras los carga el diablo.