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Análisis

España, a la cola de la inversión en Defensa de la OTAN: evolución histórica y proyecciones de futuro

El país tiene un gran reto por delante, ya que debe invertir más de 31 millones de euros para alcanzar el objetivo antes de verano

Maniobras del Ejército de Tierra español. E. T.

La creciente tensión en Oriente Medio y en Ucrania tras la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca ha reavivado las tensiones en varios frentes internacionales, donde la inestabilidad sigue marcando la agenda global.

Por ello, en este escenario de creciente incertidumbre, la OTAN ha lanzado un mensaje claro a sus países aliados: es necesario aumentar el gasto en Defensa, a mínimo el 2% del PIB, para hacer frente a una posible escalada del conflicto y garantizar la seguridad colectiva.

Así, el temor a un enfrentamiento de mayor envergadura ha llevado a los gobiernos a replantear sus estrategias militares y reforzar sus presupuestos en seguridad y armamento. Mientras algunos países ya han comenzado a elevar su inversión, otros aún debaten cómo responder a la petición de la Alianza Atlántica.

En este sentido, España el país que menos invierte en Defensa de todos los aliados de la OTAN, pero lo cierto es que desde el año 2014 ha ido aumentando progresivamente su inversión militar, con el objetivo puesto en el 2% del PIB; un acuerdo alcanzado en 2014 y ahora revalidad con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.

España, a la cola de inversión de gasto en Defensa de la OTAN

El Real Instituto Elcano (RIE), que es el organismo encargado de analizar los datos de Defensa, ha calculado que entre 2014 y 2024, España ha incrementado su gasto en 10.215 millones de euros, pasando de 9.508 millones de euros a 19.723 millones, lo que supone un aumento del 107%.

Sin embargo, el investigador del RIE, Félix Arteaga, señala que el "elevado crecimiento de nuestra economía durante ese período" ha "diluído" su visibilidad, ya que, en términos de PIB, el gasto militar español aumentó menos de cuatro décimas, concretamente un 0,36%, pasando del 0,92% al 1,28% del PIB.

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No obstante, lo cierto es que España se sitúa a la cola de la OTAN en gasto militar y, junto a Italia, Canadá, Bélgica o Luxemburgo, queda lejos de la cifra de gasto mínima pactada entre aliados, en contraposición de otros miembros como Estados Unidos, Polonia o los países bálticos, que son los aliados más entusiastas con el gasto militar.

Proyecciones de futuro

España tendrá que hacer un esfuerzo significativo. Los datos son claros: en 2024, el país destinó 19.723 millones de euros al gasto militar, según las últimas estadísticas de la OTAN, que incluyen otros conceptos como las pensiones. Aunque el Gobierno destaca que España es la décima nación con mayor inversión en términos absolutos, el verdadero indicador es el porcentaje del PIB, donde el país ocupa el último lugar entre los aliados.

Con las previsiones de crecimiento de la economía española, alcanzar el 2% del PIB antes del verano requeriría una inversión en Defensa de 31.000 millones de euros, lo que supone un incremento de más de 11.000 millones adicionales. En otras palabras, casi el triple de los fondos extraordinarios que se han inyectado en los últimos años mediante créditos o el Fondo de Contingencia.

Inversión Fuerzas ArmadasA. CruzLA RAZÓN

El margen es mayor para cumplir el objetivo del 2% en 2029, que el Gobierno mantiene inalterable, aunque la segunda prórroga de los presupuestos dificulta el camino. Para entonces, el gasto total rondaría los 34.000 millones de euros, lo que implicaría un aumento de casi 2.900 millones adicionales por año.

Sin embargo, la OTAN ya ha advertido que el compromiso fijado en 2014 ha quedado desfasado y ahora se apunta a superar el 3%, aunque sin un plazo definido. Si se toma 2029 como referencia, y se eleva el gasto al 3,5% del PIB, España debería destinar unos 59.000 millones de euros, lo que significaría un aumento de 39.200 millones respecto a la inversión actual o 7.800 millones más cada año.