Defensa

España obstaculiza el apoyo europeo a la misión de EE UU en el Mar Rojo

Pese a que supeditó su participación a la UE y la OTAN, el jueves puso pegas a la colaboración desde la operación «Atalanta»

Tras una reunión el miércoles por la noche del Comité Político y Seguridad, el máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, aseguró a través de sus redes sociales que «las irresponsables acciones de los hutíes son una amenaza para la libertad de navegación en el mar Rojo» y que tras esta cita, los Estados miembros habían acordado contribuir a la «operación Guardián de la Prosperidad» a través de la misión «Atalanta» contra la piratería en el Índico.

Sin embargo, tras una reunión posterior del grupo de Trabajo de Consejeros de Relaciones Exteriores, las cosas no están tan claras, puesto que España habría bloqueado ese apoyo de forma rotunda. Las fuentes diplomáticas europeas consultadas evitan hacer sangre sobre el cambio de postura del Gobierno español , asegurando que corresponde a Moncloa dar las debidas explicaciones. Eso sí, hay quienes apuntaron que la negativa se debió a razones políticas. Y eso que días antes, desde el Gobierno se aseguraba que España solo contribuiría a esa misión en el Mar Rojo si se hacía bajo bandera de la UE o la OTAN. Y el apoyo europeo giraba en ese sentido, en una colaboración para, entre otros, intercambiar información.

No obstante, las mismas fuentes aseguran que, a pesar del anuncio de Borrell del jueves, no se ha tomado todavía ninguna decisión formal (entre otros motivos por esa negativa española) y que, si este paso termina por suceder, «‘‘Atalanta’’ no formará parte de la misión liderada por EE UU, sino que será capaz de cooperar con ella». Al respecto, tanto el Ministerio de Asuntos Exteriores como el de Defensa han optado por el silencio tras los intentos de este periódico de conocer su versión.

La operación «Atalanta» fue originalmente creada en 2008 para luchar contra la piratería en el Océano Índico y el Cuerno de África a instancias de varios países europeos, entre ellos España, que querían evitar el secuestro de sus pescadores que faenaban en esta aguas. Esta operación tiene su cuartel general en Rota (Cádiz) y su comandante es el vicealmirante español Ignacio Villanueva Serrano, quien esta misma semana publicó un mensaje en sus redes sociales anunciando esa colaboración con «Atalanta», el cual borró minutos después. Acto seguido, el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) publicó en la misma red social que «España tomará en su momento y valorando todas las circunstancias concurrentes, particularmente en el marco de la UE, las decisiones oportunas respecto a una posible participación».

Aunque la operación nació de manera temporal, su mandato se ha prorrogado hasta el presente con el objetivo de proteger a los buques del Programa Mundial de Alimentos y a los pesqueros. Y aunque su zona de acción incluye el Mar Rojo, su mandato no le permite disparar a los atacantes, sino que su función principal es la disuasión y se nutre de aportaciones de los estados. Por ello, sería necesario modificar sus cometidos para ayudar a EE UU sin restricciones.

Según el mensaje de Borrell, los Veintisiete incrementarán el uso compartido de información y aumentarán la presencia con naves adicionales. Este pasado martes, el jefe del Pentágono, Lloyd J. Austin, anunció la puesta en marcha de esta operación e incluyó a España como uno de los participantes. Tras este comunicado, nuestro país mostró su malestar y matizó que la aportación de España en ningún caso sería unilateral.

El anuncio de que la UE apoyaría a esta misión fue interpretado como el pistoletazo de salida para que los países europeos anunciaran contribuciones. Reino Unido se ha unido e Italia ha decidido enviar un buque de guerra. Francia, que tiene un destructor en la zona, y Reino Unido lo ven con buenos ojos pero no lo han confirmado.

De hecho, el pasado 13 de diciembre, una fragata de la Armada francesa derribó un dron que amenazaba con atacar un petrolero noruego.

Los hutíes son un grupo rebelde procedente de Yemen y que, apoyados por Irán, han intensificado sus ataques en el Mar Rojo como respuesta al conflicto entre Israel y Hamás que comenzó el pasado 7 de octubre. Tras el aumento de los ataques, empresas como Maersk, BP o MSC decidieron dejar de navegar en esta aguas. En los últimos meses los hutíes han lanzado misiles y drones contra el sur de Israel y han centrado sus ataques especialmente contra buques con banderas israelíes o cuyos dueños son propietarios procedentes del Estado judío. Los hutíes tienen como principal objetivo los barcos que viajan a través del estrecho de Mandeb, un canal de 32 kilómetros de ancho bastante peligroso para navegar. El Mar Rojo es una de las rutas comerciales más importantes del mundo. Según la consultora S&P Global Market Intelligence, el 15 % de los bienes importados a Europa, Medio Oriente y el norte de África llegaron desde Asia y el Golfo por este mar, lo que incluye el 21,5% del petróleo refinado y más del 13% del petróleo crudo.