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ETA avisa de «consecuencias negativas» si el Gobierno no negocia
La banda califica de «claro paso atrás» la decisión de cerrar la vía noruega para negociar. Los terroristas admiten que han fracasado en su intento de «internacionalizar» el conflicto. Los expertos creen que tratan de presionar a Francia para que se preste a facilitar contactos
ETA dio ayer un paso más hacia la ruptura del «proceso» y la posible vuelta a los atentados. A través de Naiz, la página web del diario «Gara», hizo público un comunicado.
ETA dio ayer un paso más hacia la ruptura del «proceso» y la posible vuelta a los atentados. A través de Naiz, la página web del diario «Gara», hizo público un comunicado en el que anuncia «consecuencias negativas» por la decisión del Gobierno del Partido Popular de negarse a negociar con la banda lo que llaman las «consecuencias del conflicto».
La banda, que negoció dicho «proceso» con socialistas y nacionalistas durante la anterior legislatura, reconoce que la actual posición del PSOE no le beneficia sino que distorsiona sus objetivos. La nueva proclama de los terroristas se deriva del cierre de Noruega, como posible espacio en el que se podrían celebrar las conversaciones y el intento, tal y como adelantó LA RAZÓN en su edición de lunes, de que sea Francia el país en el que podrían tener lugar los contactos.
En este sentido, el comunicado y su tono amenazante podrían interpretarse como una forma de presión hacia las autoridades españolas y galas para que acepten este posible nuevo marco de encuentros, algo muy complicado salvo que los pistoleros bajaran sustancialmente el nivel de sus exigencias.
El comunicado deja definitivamente sin protagonismo (como adelantaba este periódico en la citada edición) a los «mediadores», «verificadores» y demás especies que se han movido en el entorno del abogado surafricano Brian Currin, que tanto dinero ha ganado con este asunto de «mediar» siempre a favor de ETA y Batasuna.
Aunque los terroristas no lo reconozcan, el texto supone la constatación de que han sido derrotados en su intención de «internacionalizar el conflicto» y llevar a los gobiernos de Madrid y París a una mesa de negociaciones. Se trata de un éxito de Mariano Rajoy y su Ejecutivo, con el impagable apoyo de las autoridades francesas.
Como decía ayer a LA RAZÓN un experto antiterrorista, el «cierre del espacio que ellos pensaban permanente de Noruega y saber el papel que ha tenido Francia en ello, de acuerdo con España, en ello, les ha dejado literalmente con el trasero al aire. Sólo les queda, a corto plazo, la opción del territorio galo, pero tendrían que bajar los pantalones de sus exigencias y eso está por ver. El próximo 2 de abril comienza en París el juicio por el asesinato de dos guardias civiles en Capbreton. En el banquillo se sienta, entre otros, Garikoitz Azpuiazu, «Txeroki». Veremos si mantiene la actitud de la reciente vista celebrada en la capital gala o cambia. Va a ser un barómetro interesante».
A este respecto, las fuentes consultadas señalan que fue el día 18 de febrero, cuando «Txeroki» limitó su reconocimiento a las víctimas a las de carácter «colateral» (robo de coches u otros utensilios para cometer atentados), pero no a las directas (Fuerzas de Seguridad, Ejércitos, mujeres, niños, empresarios, trabajadores, periodistas, etc.), cuando la «delegación» etarra que estaba en Noruega tuvo que abandonar definitivamente el país. De nada sirvió el engaño.
La amenaza etarra en el comunicado se concreta en que el cierre de Noruega como posible lugar de negociación «atrasa y dificulta la resolución de conflicto». No desaprovecha la ocasión para atacar al PNV por su incomprensión y por el apoyo que presta al Gobierno español en este terreno. A continuación, deja finiquitadas las «mediaciones y verificaciones» y lo hace con un argumento tan cínico como falaz: asegura que el asunto del desarme «queda fuera del mandato que se dio la Comisión Internacional de Verificación en su origen y, en consecuencia, no ha estado ni está en la agenda de trabajo de ETA y la Comisión». Insiste en que se ha utilizado «intencionadamente de forma malévola para ocultar la total responsabilidad que tienen los estados en el bloqueo del proceso».
Para no cerrar la posible «vía francesa», la banda asegura que «seguirá trabajando por construir una resolución definitiva y que mantendrá activa la representación que ha designado. No cederemos ante las dificultades».
En el comunicado, la banda incluye su conocida «letanía» de la «represión de los estados»; la vulneración de los «derechos de los presos», etcétera. Insiste, asimismo, que la «solución» pasa por la negociación. Y concluye con las consabidas proclamas a favor la «independencia y el socialismo».
El error, confiar en los socialistas
El comunicado es un «quiero y no puedo», por lo que «enseña las uñas» (algo a tener en cuenta, porque los terroristas no amenazan por amenazar) y, salvo sorpresas, aboca al «proceso» a un callejón sin salida, según expertos consultados por LA RAZÓN. Los pistoleros se empeñan en una repetición de un discurso tan absurdo como estéril, en recordar que llegaron a acuerdos con el Gobierno de Zapatero, que Rajoy, con buen criterio, no ha hecho suyos. La actitud de ETA, al transferir al Gobierno del PP el incumplimiento de los «compromisos» y «dejarlos pudrir», demuestra la falta de argumentos de la banda. Lo preocupante es que alguien, durante la negociación, dijera a los etarras que Rajoy estaba de acuerdo. Una insensatez, cuyas consecuencias están por determinar. De cara a «su público», afirma sin datos que ha jugado de manera seria y constructiva. El Gobierno en cambio no ha mostrado seriedad y ha dejado morir el espacio de diálogo, cuando no lo ha saboteado a través del servicio de inteligencia. Los terroristas tratan de hacer creer a los suyos que el Gobierno dio los primeros pasos para negociar, lo que ellos mismos han desmentido en anteriores comunicados. Una contradicción que les delata, aunque a los etarras les da lo mismo. La banda usa también que no se ha respetado la discreción, a la que, por cierto, los actuales gobiernos de Madrid y París, que se sepa, no se habían comprometido nunca.
EL PARÓN DEL PROCESO
En las últimas semanas, LA RAZÓN ha ido informando del parón que sufría el «proceso» y los intentos desesperados de la banda por reavivarlo. Desde amenazas a intentos para que Francia juegue un papel importante como mediador en el conflicto. De poco ha servido.
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