Ferraz, contra los sondeos: no hay «sorpasso» en Galicia y es clave para el PNV

La dirección tiene estudios propios que invitan al «optimismo»

Las elecciones en Galicia y el País Vasco se han convertido en la próxima meta volante de Pedro Sánchez. Aunque formalmente no es el candidato a estos comicios, los resultados que coseche su partido en ambas contiendas serán cruciales para su supervivencia política y, por ende, para la viabilidad de su proyecto alternativo a Mariano Rajoy. Un resultado de dimensiones tan catastróficas como el que auguran las encuestas le dejarían profundamente debilitado internamente para poder liderar de nuevo la ficción de ser investido presidente. El PSOE vuelve a verse, por tanto, en la tesitura de no pugnar por ganar las elecciones, sino por vencer a las encuestas y, de este modo, mantener cierta paz interna que le permita gestionar el escenario de la todavía pendiente formación de Gobierno sin rendirse a la abstención al PP.

La experiencia previa del 26-J, en la que se materializó el estrepitoso fracaso de la demoscopia, sirve al PSOE como acicate para defender que también ahora las encuestas yerran en su pronóstico para con los socialistas. Según apuntan fuentes del partido, si tenemos en cuenta estos datos, los estudios internos que maneja el PSOE invitan al «optimismo», pues mejoran considerablemente sus resultados respecto al CIS y a los publicados por los principales diarios. El caso más significativo es el del País Vasco, donde –siempre según estas fuentes– el PSE-EE podría llegar hasta los 13 diputados, un retroceso sólo de tres parlamentarios respecto a la actualidad, que queda lejos de la media de ocho escaños que le otorgan algunas encuestas. Con más de diez diputados, los socialistas estarían en condiciones de sumar con el PNV por sí solos, sin necesidad de incluir en esta entente al PP. Aunque los vascos quieren diferenciar su contienda del escenario a nivel nacional, lo cierto es que, si los populares no prestan su apoyo a nivel autonómico, se entiende que los nacionalistas no harán lo propio a nivel estatal, por lo que quedaría cercenada la vía para que Rajoy sea investido con los apoyos jetzales. Desde ciertos sectores socialistas se ve la suma de PSE-EE y PNV como «la única salida» para cerrarle el paso a Rajoy, una «salida» que no ayudaría –en ningún caso– a la gobernabilidad.

Si nos trasladamos a Galicia, la certeza con que se vaticina el «sorpasso» también se pone en cuarentena. Las fuentes consultadas hablan de «empate, aunque siempre con el PSdeG por delante». Un optimismo que no comparte la dirección federal, que, cuestionada por este asunto», muestra cierta cautela sobre la división entre el «voto rural» –que corresponde al PSOE– y el «voto urbano» –que aglutina En Marea, la marca gallega de Podemos–. Este reparto y el peso sustantivo que tienen las grandes ciudades hacen que no se descarte categóricamente la posibilidad de verse sobrepasados por los podemitas. Sin embargo, desde Ferraz se muestran convencidos de que también en Galicia conseguirán ganar a las encuestas, debido a la excelente aceptación que está teniendo su candidato. El que denominan «efecto Leiceaga» reside en el «puerta a puerta» y su solvencia en los debates televisivos.

Consciente de la relevancia que tendrán estos comicios para su futuro político, Sánchez se ha volcado en la campaña electoral, aumentando considerablemente su presencia en los territorios, sobre las previsiones iniciales. En total, el líder socialista ha participado en una veintena de actos y en la recta final de la campaña hace malabares entre ambas comunidades, «con las dificultades que eso comporta», para intentar mejorar los resultados que arrojan las previsiones oficiales. No en vano, desde su equipo se trasladó a este diario que el secretario general va a intentar estar el día del cierre de campaña en ambos territorios para apoyar a los candidatos, «como ha hecho con todos», apuntan con intención.