Elecciones andaluzas

Ferraz frena a Díaz: será el Comité Federal quien defina los pactos

La presidenta de la Junta advirtió de que no admitiría «injerencias» de Sánchez

Díaz relega a Sánchez al papel de telonero en el cartel de su primer mitin conjunto, hoy en Almería
Díaz relega a Sánchez al papel de telonero en el cartel de su primer mitin conjunto, hoy en Almeríalarazon

Seis días después de que Andalucía dirima su futuro en las urnas, el Comité Federal del PSOE –el máximo órgano entre Congresos– se reunirá en Madrid con el objetivo inicial de aprobar las listas electorales y el presupuesto del partido para 2015, y con la incertidumbre de la política de pactos de la formación planeando sobre las cabezas de los candidatos. Este órgano, que todavía no se ha reunido este año, es el encargado de fijar la estrategia de alianzas postelectorales del partido y decidir si –como se prevé– surgieran discrepancias de criterio entre las federaciones y la Ejecutiva federal.

Obviamente, en Ferraz no manejan todavía una línea definida de pactos a adoptar, pues elaborarla con carácter previo a los resultados que arrojen las urnas sería un postulado derrotista y suicida. Pero en la dirección federal también entienden que ésta deberá definirse claramente para que, como advirtiera el ex ministro José Bono, no pacte cada federación «con quien se le antoje», porque hacerlo con partidos opuestos en cada región «desdibujaría» la imagen de «unidad» del partido.

A pesar de que en el orden del día del Comité Federal del 28 de marzo no aparece recogida la política de pactos, el secretario general socialista, Pedro Sánchez, podría orientar en su discurso la estrategia postelectoral del PSOE, según barajan fuentes internas de la formación. Hasta entonces, la versión oficial es que los socialistas «salen a ganar» para no verse en la disyuntiva de tener que aliarse con ningún otro partido. «Vamos a ganar las elecciones con contundencia», aseguró el portavoz parlamentario del PSOE, Antonio Hernando, de forma que el resultado será suficiente «para no tener que pactar con nadie».

A la primera reunión del año del Comité Federal se llegará con el escrutinio de los comicios andaluces aún candente. Si como vaticinan las encuestas la presidenta de la Junta gana las elecciones pero no obtiene la mayoría absoluta suficiente para gobernar en solitario, podría marcar en esta cita su estrategia de gobernabilidad para Andalucía. De momento, Susana Díaz rechaza abiertamente cualquier tipo de «injerencia» de la dirección en los acuerdos postelectorales para formar el Ejecutivo de su federación, una postura en la línea de la independencia que ha mostrado durante toda la campaña. Desde que rompiera las relaciones con Ferraz, Díaz opera por separado y ha reducido a la mínima expresión la presencia del secretario general en la campaña andaluza. No sólo es que el líder del partido apenas participe en la agenda de actos preelectorales, sino que los dos días que acude sólo intervendrá en el mitin conjunto, sin acompañar a la lideresa durante el resto de la jornada. Ni siquiera en los carteles del mitin de hoy en Vícar (Almería) aparece el nombre de Sánchez en un puesto destacado; el de la presidenta, sin embargo, se impone en relevancia y tamaño, fiel reflejo de que la lideresa no está dispuesta a compartir el éxito de unos comicios de los que si el secretario general esperaba sacar algún rédito, ya se ha desengañado.

Al rechazo al intervencionismo del Comité Federal en la política de pactos que escenificó el miércoles la presidenta de la Junta se unió ayer el candidato por Madrid Ángel Gabilongo –poco sospechoso de ser desleal a Ferraz–. El aspirante socialista a presidir la comunidad reivindicó su libertad para «encontrar a los aliados» que puedan sumarse a las políticas que más beneficien a los madrileños sin atender a «consignas» de partido.

Por independiente de la libertad que quieran para sí los candidatos, desde Ferraz –y con los Estatutos del partido en la mano– señalan que es el Comité Federal quien fija la política de alianzas del PSOE y resuelve las divergencias de criterio que puedan surgir entre la dirección y los territorios. Así se recoge en el artículo 36i, que reconoce como facultad del mismo «determinar la política de alianzas del partido y dirimir las discrepancias entre las federaciones y la CEF en esta materia». Fuentes del PSOE reconocen, sin embargo, que siempre se busca alcanzar un «entendimiento» con las federaciones, que son las que, al fin y al cabo, «están al pie del cañón» en los territorios.