Audiencia Nacional

Garzón denuncia «un ataque sistemático contra los jueces que investigamos Gürtel»

Presenta su libro "El fango"que narra 40 años de casos de corrupción en España

Baltasar Garzón.
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Coincidiendo con la comparecencia ante la Justicia del ex presidente de Andalucía, José Antonio Griñán, y cuando siguen abiertos numerosos casos de corrupción, el ex juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón ha presentado ante los medios su nuevo libro “El fango” que repasa las malas prácticas que se han llevado a cabo en España desde el franquismo hasta ahora. El libro, una “enciclopedia sobre corrupción” editado por Debate, reflexiona destaca cómo este mal ha socavado los cimientos de la democracia; una lacra que ha afectado desde la administración del Estado, la Familia Real, la banca, las fuerzas de seguridad, la Iglesia, los medios de comunicación y la justicia.

Garcón destacó que la corrupción ha supuesto además un "coste"para profesionales, jueces, policías que han intentado avanzar en la lucha contra la corrupción. Denunció "una estrategia de ataque sistemático a los jueces de Gürtel"algo que dijo, ha podido afectar a su sucesor en la instrucción, Pablo Ruz, que en los próximos días dejará su puesto en la Audiencia Nacional después de que se haya adjudicado la plaza titular de su tribunal a otro magistrado, José de la Mata. Reconoció que la Justicia carece de medios suficientes para avanzar en los temas de corrupción, que “quedan en nada por las dilaciones indebidas” aunque subrayó que a veces, los medios personales se crean para remover a jueces y quitarlos de la investigación. Denunció también presiones sufridas por jueces y fiscales a la hora de investigar los casos y defendió la instrucción de Ruz. "Da la impresión” de que para quitarle de la Audiencia se recurre ahora a que hace falta personal. “Habrá que inventar otros mecanismos, pero no acortar los plazos de investigación”. El ex juez, condenado a 11 años de inhabilitación por ordenar escuchas ilegales en Gürtel que defendió sus actuaciones como "válidas".

Esta "persecución de los jueces por el Partido Popular"se refleja en unos párrafos de su libro, en los que Garzón se defiende de las tres querellas interpuestas contra él y que acabaron en una condena.

También se refiere en su libro a otros aspectos de la investigación de Gürtel, como el papel de la presidenta del PP, Esperanza Aguirre, de quien dice que es "una permanente incógnita en todas las tramas". Incluso habla del juez Pedreiro de quien dice que en los "circulos del PP se le considera un juez influenciable", pero no quiso precisar más sobre este punto.

Para el ex magistrado de la Audiencia Nacional los dos casos de corrupción a nivel nacional que considera más graves son el “caso Gal” y el “caso Gürtel”. Sobre este caso que afecta al PP dijo que la posición el partido “no hay sido la más constructiva”. Sin embargo, reconoció que leyes como la de la transparencia o la encaminada a combatir la financiación ilegal en los partidos políticos ha avanzado ahora, en 2014.

Sobre el caso de los ERE destacó que durante años se ha mirado para otro lado con los casos de corrupción lo que favoreció que se llevaran a cabo estas malas prácticas. En cuanto a los resultados de las elecciones andaluzas si se castiga como es debido electoralmente a las formaciones corruptas dijo que “quizá los electores no han castigado lo suficiente a los partidos” y añadió: “No me parece que quien esté comprometido en un caso de corrupción pueda recibir la confianza de la ciudadanía”.

También se refirió a la irrupción de nuevos partidos como Podemos o Ciudadanos de los que dijo que “sin ellos no habría tanto nerviosismo” en los demás partidos y los ve como algo importante para la democracia. "Tienen una grandísima responsabilidad” y espera que no sean de nuevo “la historia de una ilusión desvanecida”. El ex juez de la Audiencia Nacional dijo que “ya parece que no hay bipartidismo” y se manifestó “cansado de los pactos anticorrupción y pactos antiterrorista entre las dos grandes fuerzas políticas".

En referencia al “caso Nóos” y la posibilidad de que Iñaki Urdangarín vaya a la cárcel dijo que para él “no hay diferencia, todos somos iguales ante la ley”.

Respecto a su contratación como abogado por parte de la Banca Privada de Andorra (BPA) para desbloquear las cuentas del venezolano Diego Salazar, congeladas por orden de una juez andorrano, Garzón defendió que mantiene en su profesión "un código ético muy estricto"y "unos límites infranqueables". Dijo que "trabajó de forma absolutamente transparente e impoluta"y añadió que la magistrado encargada de la investigación sobre estos depósitos decretó el levantamiento del bloqueo lo que suele hacerse "cuando no hay indicios delictivos". Justificó su trabajo en que es abogado y "todo el mundo tiene derecho a defensa"aunque dijo que las informaciones que dio ABC eran "falsas". Sobre si se arrepiente de haber llevado dicha defensa le preguntó al periodista: "¿Usted se arrepiente de ser periodista? Pues yo no me arrepiento de ser abogado".